Alcaraz protagoniza un estreno honorable en China

La presencia de Carlos Alcaraz propició por fin que el reacio público chino se congregara en masa en la pista Diamond del Centro Nacional de Tenis para presenciar el estreno del español en el ATP 500 de Pekín, en particular, y en la gira asiática, en general. El recinto con capacidad para 15.000 espectadores, semivacío en el primer día de competición, entró en calor en el turno estelar de noche y el español respondió honorablemente al interés local, con un triunfo por 6-4 y 6-3 en 1h37 ante Yannick Hanfmann.

El número dos del mundo, de 20 años, que aspira a quitarle el uno a Novak Djokovic de aquí al final de la temporada, fue de menos a más para abatir al alemán de 31 y 53º. El domingo, ya en octavos, se enfrentará al italiano Lorenzo Musetti (1-1), que pudo con el ruso Karen Khachanov (6-3, 1-6 y 6-2 en 1h56). Alcaraz no ha perdido este curso ninguna vez a las primeras de cambio en un torneo (14-0) y lidera el circuito en victorias (59) y títulos (seis). Su marca en pista dura es 22-4 y en eventos de esta categoría acredita un balance de 15-1.

“Estoy muy feliz por haber sido capaz de ganar este partido en dos sets. Sabía que Yannick estaba jugando muy bien y que es un tenista muy peligroso, con grandes tiros, bombas que me obligaban a estar realmente concentrado y tratar de no dejarle dominar. Tuve que mejorar cada parte de mi juego para estar en la siguiente ronda”, dijo el murciano, que no competía desde el pasado 8 de septiembre, cuando cayó ante Daniil Medvedev en las semifinales del US Open; 21 días en los que Alcaraz descansó, tras renunciar a jugar la Copa Davis con España, para afrontar la última parte de una campaña muy exigente para él.

“He tenido tiempo para ajustar cosas y poder jugar en las condiciones de China, con un huso horario diferente. Siempre es complicado y estaba contento con los entrenamientos previos al torneo. El haber ganado así me da mucha confianza”, explicó Carlitos, que fue de menos a más en el encuentro ante un Hanfmann mejorado que respondió a sus escapadas en la primera manga. En dos ocasiones recuperó el terreno perdido el de Karlsruhe, que había jugado la previa, antes de ceder a la presión constante de su rival, que tuvo 11 ocasiones de quiebre en ese primer parcial. Su sodera parcial no le impide estar atento a lo que pasa en la pista y responder tan bien como lo hizo ante una dejada que devolvió con un revés a una mano (cuando por lo general lo ejecuta a dos) en carrera.

Una nueva historia

Ese fue uno de los pocos highlights que se pudo permitir el teutón ante Alcaraz, que puso la directa en el segundo set para finiquitar sin mayores problemas su primer compromiso en China. “Espero que sí (que este sea un nuevo capítulo en su carrera). Ojalá venga muchos años y cree mi historia aquí, sería fenomenal. Me alegro de haber podido enseñarle mi tenis a los chinos y quiero que esta sea la primera vez de muchas”. Seguro que en Pekín también lo desean.