La opción Kyrgios es real

Nick Kyrgios está en semifinales de Wimbledon. El australiano, de 27 años, está jugando el mejor Grand Slam de su vida. Pese a sus salidas de tono habituales, está desplegando un juego sólido y eso se traduce en resultados. Nunca había llegado a semifinales de un Grand Slam. Sus victorias hablan por si solas. “Esta noche mi padre cocinará, como siempre, y veremos una película”, bromeó Nick en la entrevista posterior a su victoria sobre Christian Garín (6-4, 6-3 y 7-6(5) en 2h13). El tenista de Canberra cuenta con el apoyo en Londres de su progenitor y su pareja, y lo está notando para bien. Está feliz y centrado.

El partido, pese al triunfo, no comenzó bien para Kyrgios. Cedió el primer saque y Garín emergió, pero poco a poco fue entrando en calor. Restaba con dureza y cometió errores en el servicio. Aun así, con 4-4 Garín tuvo la opción de break. Las dos bolas las salvó el aussie. Fue un acicate para él, ya que rompió el saque del chileno en blanco. Así se llevó la primera manga y la segunda la dominó por inercia. Con un gran servicio, solucionó todo. Nick es el líder del torneo en aces. Tiene 120 en toda la competición, 17 fueron este miércoles.

La tercera manga fue diferente. La presión desapareció para Garín. Volvió a ser tan sólido como en la primera y Kyrgios correspondió. Siete saques directos en ese set y confianza absoluta. Todo debía decidirse en el tie-break. Fue una montaña rusa. Los dos tuvieron sus opciones y el carácter del australiano salió a relucir al final. Hubo una bola dudosa y se comió al juez de silla. El referí mandó repetir el punto y Garín protestó... o lo intentó, porque con él la permisividad era menor. En la repetición, Nick sacó la clase y pasó de ronda. “Nunca pensé que estaría en semifinales de un Grand Slam”, espetó al acabar. Es el primer australiano en la penúltima ronda de Wimbledon desde 2005 (Lleyton Hewitt). Este parece su torneo. Su candidatura es real.