Cumbre en Turín por el número uno entre Sinner y Alcaraz
El italiano y el español se juegan el número uno en las ATP Finals. Carlos necesita sumar tres victorias en Turín para no depender del italiano.
Hace algo menos de un mes, cuando Jannik Sinner se retiró aquejado de calambres en la tercera ronda del Masters 1.000 de Shanghái, la pugna por terminar el año como número uno, que aún mantiene con Carlos Alcaraz, parecía sentenciada a favor del español. Después del torneo chino, el actual líder del ranking, que se lo saltó, le sacaba al italiano 2.540 puntos en la Carrera por las ATP Finals. Pero, mientras Alcaraz descansaba tras el Six Kings Slam, el vigente campeón del US Open, que se llevó la raqueta de oro y los más de cinco millones de euros de premio por ganar la exhibición saudí, se inscribió para jugar en Viena y se hizo con el título. Siete días después repitió éxito en París, aprovechando el grave resbalón de Alcaraz en la segunda ronda (derrota ante Cameron Norrie), y ahora le ha adelantado en el ranking y está a solo 1.050 puntos de su gran rival en la Race. Así las cosas, ambos se jugarán el trofeo de número uno al final del año en la Copa de Maestros, que se celebrará en Turín del 9 al 16 de noviembre.
Antes de la cita italiana, el ranking y la Carrera se igualan, porque se restan los tantos conseguidos por los participantes en la edición anterior. ¿Y qué necesita Alcaraz para recuperar el trono antes de que finalice la temporada? Lo más directo para él sería ganar allí tres partidos, porque de ese modo no dependería de lo que haga Sinner, que solo tendría alguna posibilidad si repite título. A Alcaraz también le valdría estar en la final de cualquier manera. Es decir, que si lograra superar la fase de grupos con una sola victoria (una hipótesis poco probable) y vencer después en las semifinales, también sería líder de la clasificación de nuevo.
Parece fácil, tratándose del mejor jugador del curso en victorias (67) y títulos (8), pero si se dieran los mismos resultados que en 2024, cuando Alcaraz ganó solo un partido y fue eliminado, y Sinner levantó el trofeo invicto, el uno se lo quedaría el pelirrojo, que ha sabido manejar muy bien la narrativa de esta pelea por la hegemonía mundial. A cada pregunta que le hacían sobre el asunto, daba la misma respuesta: “Lo veo imposible”.
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Tras su triunfo en la capital francesa, en un Masters 1.000, el discurso es un poco diferente. “No solo está en mis manos, aunque estoy feliz. Sabía desde el comienzo de la semana que existía esta posibilidad. Pero, como dije antes de la final, de cada torneo y cada partido, trato de poner lo mejor en la pista, y luego lo que venga, que venga. En Turín, voy a hacer lo mismo. Hacer mi parte, jugar el mejor tenis posible, y si no sale, pues nada. El objetivo (en París) era ir día a día, tratando de maximizar mi potencial. Ahora, nos recargamos y esperamos estar lo más listos posible para una gran semana”, avanzó Jannik. Alcaraz, que viajará mañana a la ciudad del norte de Italia, no tendrá más remedio que ir a por todas si no quiere que se le escape un objetivo por el que lleva luchando todo el curso. Y en su camino podría cruzarse Novak Djokovic, que acudirá, según confirmó este lunes el presidente de la Federación Italiana, Angelo Binaghi.
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