España logra la gesta: remontada histórica y a la Final a 8 de Bolonia

Se pudo. El cántico de “¡sí, se puede!”, que no dejó de resonar desde por la mañana en Puente Romano se convirtió en premonición, porque España logró en Marbella una gesta de época. Por primera vez en las 90 temporadas que lleva jugando en la Copa Davis, la Selección remontó un 0-2 en contra. Del pesimismo y las caras largas que dieron por concluida la jornada del sábado, al estallido de júbilo que se vivió este domingo cuando Pablo Carreño certificó su triunfo sobre Elmer Moeller (6-2 y 6-3 en 1h25) para sellar también la clasificación a la Final a 8 de la copa del mundo de tenis en Bolonia (del 18 al 23 de noviembre). El gijonés hizo bueno el titánico esfuerzo de Pedro Martínez, indudable héroe de la jornada, que primero ganó el dobles junto con Jaume Munar y después doblegó de forma épica a Holger Rune.

Desde que la Davis cambió su formato en 2019, España jamás había fallado a su cita con las Finales. Cierto es que en numerosas ocasiones fue porque accedió directamente al ser anfitriona, pero esta vez no podía ser menos. Con un equipo plagado de bajas, sin Carlos Alcaraz, Alejandro Davidovich ni Marcel Granollers, los ‘secundarios’ se agigantaron este domingo para firmar una proeza histórica, utópica, jamás vista en el tenis español y que solo se había dado en 66 ocasiones en la Davis desde su fundación en 1900. Cosas de la vida, a esta eliminatoria había llegado Dinamarca después de levantarle un 0-2 a Serbia en febrero, y ahora son los nórdicos los que están en la otra cara de la moneda. Italia, Austria, Alemania, Argentina, Bélgica, Francia y Chequia acompañarán en Bolonia a la Armada, que está a tres eliminatorias de levantar la Ensaladera por séptima vez en su historia.

Lo vivido en la jornada del domingo en Puente Romano, Marbella, fue algo mágico, de Davis de antaño, con partidos épicos, remontadas, un público totalmente encima de la pista, achuchando e inquietando a los visitantes. Una fiesta del tenis de la que España salió vencedora. Y eso que el día empezó con angustia, porque August Holmgren y Johannes Ingildsen arrasaron a Martínez y Munar en el primer set y colocaron a su país a una sola manga de liquidar la eliminatoria. Pero todo cambió a partir de ahí. La dupla española subió sus prestaciones (era difícil bajarlas) y le dio la vuelta al partido (1-6, 6-3 y 6-2 en 1h46) para sumar la primera de las tres victorias que necesitaba. El primer paso estaba dado, pero quedaba lo verdaderamente complicado.

Con apenas media hora de descanso, Martínez, en lugar de Munar, que era quien estaba previsto que iba a jugar, saltó de nuevo a la tierra batida del club de tenis de marbellí y regaló a los 4.500 aficionados presentes el partido más delicioso de la eliminatoria. El valenciano completó una actuación sobresaliente para doblegar al número uno danés, Holger Rune (6-1, 4-6 y 7-6 (3) en 3h16), en un encuentro que tuvo de todo, sobre todo tensión entre el nórdico y la grada. Martínez, que arrasó en el primer set, estuvo break arriba en el segundo, pero despertó a la bestia que es el 11º del ranking ATP, que forzó una tercera manga caótica. Ambos tuvieron problemas físicos, hubo decisiones polémicas, Rune sacó para ganar y tuvo una bola de partido... pero el de Alzira, valiente como nadie, no dio nunca su brazo a torcer y arrasó en el tie-break definitivo.

“Nos vemos en Bolonia”

Segundo paso dado, quedaba uno solo, y resultó el más plácido de todos. Pablo Carreño, que el sábado no hizo en absoluto una mala actuación ante Rune, dominó a Elmer Moeller, bastante lejos de la excelsa versión que tuvo 24 horas antes para dar la sorpresa ante Munar. El joven danés, de 22 años y 113º del ranking, falló todo lo que no había fallado en el día previo, y le dio numerosas facilidades a un Carreño bastante inspirado, que mandó desde el inicio del encuentro. Un par de breaks en el primer set y otro en el segundo fueron suficientes para imprimir el billete a Bolonia. Se notó la veteranía de Pablo, ganador de la Davis de 2019, en esos momentos, mientras que Moeller, que también se las tuvo con la grada y con el juez de silla, como Rune, volvió a ser ese jugador terrenal que este año suma un balance de 1-7 en ATP.

Todo el equipo español saltó la valla y se fue corriendo a abrazar a Carreño, de vuelta en la Selección tras su calvario de lesiones. Un premio merecido para Pablo, y para el resto de integrantes que acudieron a esta cita de Copa Davis que pillaba en un momento complicado del calendario, que suponía un cambio de superficie cuando el circuito está inmerso en la gira de pista dura. Pablo Carreño, Pedro Martínez, Jaume Munar y Roberto Carballés son los cuatro hombres, junto con el capitán David Ferrer, que inscribieron sus nombres en la historia del tenis español al ser los primeros en remontar un 0-2. “Ayer nos fuimos jodidos. He leído mensajes de gente que no confiaba, y mira, hemos podido. Nos vemos en Bolonia”, dijo Pablo a la grada en un fin de fiesta que resultó perfecto.

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