Canadá deja a España en la cuerda floja en la BJKC
Stakusic pasa por encima de Masarova y una peleona Sorribes no puede con Leylah Fernandez. El dobles enterró prácticamente las opciones de clasificación.
El clima de optimismo que creó en torno al equipo español la incorporación de última hora de Paula Badosa, las bajas en los rivales del grupo y el hecho de tener a favor el factor cancha en La Cartuja de Sevilla no duró mucho. Una eliminatoria, en concreto. La del estreno en las Finales de la Billie Jean King Cup, que perdió España este miércoles ante una Canadá huérfana de su principal raqueta, Bianca Andreescu. La cosa empezó a torcerse con la derrota de Rebeka Masarova ante Marina Stakusic (6-3 y 6-1 en 1h09), y se puso en chino cuando Leylah Fernandez se impuso a una siempre combativa Sara Sorribes en el segundo individual (7-6 (8) y 7-6 (7) en 2h55).
La tenacidad, como el talento, ni se compran ni se entrenan, y de lo primero tiene toneladas Sorribes, que volvió a poner en escena su particular show. Ahora una dejada, luego un globito, después una bola a media altura... Una jugadora que convierte la pista de tenis en la consulta de un psicólogo, y por momentos sentó en el diván a Leylah, superior en talento, finalista del US Open 2021, con mejor ranking (35ª contra 50ª) y palmarés (tres títulos contra dos).
Pero la calidad normalmente se abre paso en cualquier contexto, y acabó imponiendo la suya Fernandez, un ejemplo de mestizaje, padre ecuatoriano y madre filipina, que habla un fluido español. Y eso que Sorribes le mejoró en muchos guarismos (29 golpes ganadores, guarismo al que no acostumbra la castellonense, contra 23, 25 errores no forzados contra 30). El problema fue que la norteamericana tampoco se arruga ante ninguna situación. Le entregó hasta 14 bolas de rotura, pero salvó diez de ellas.
La primera, tan pronto como en el set inicial, aviso del break que conseguiría Sorribes en el tercer juego. Cuatro puntos le costó devolverlo a Leylah. El pulso era denso. Una hora y media invirtieron en el primer set, que se resolvió en un desempate con hasta cuatro cambios de iniciativa. Puro drama. Y poco menos tardarían en liquidar el segundo, de nuevo una montaña rusa: del 3-1 para la española, al 3-2 y saque para la canadiense, y después al 5-2 para Sara de nuevo. Luego tres juegos seguidos de Fernandez. Y un nuevo tie break en el que también salió cruz.
Stakusic barre a Masarova
Ni siquiera el ranking, puesto 319º contra 65º de Masarova, sonreía a la norteamericana. Tampoco la experiencia previa, pues era su debut en esta competición, mientras que la española nacida en Suiza, especializada en pista dura, la que se emplea, acumulaba cuatro eliminatorias previas, con dos victorias y dos derrotas (todas, eso sí, en dobles). Pero todo eso quedó en agua de borrajas en la tarde sevillana (el cruce empezó con más de dos horas de retraso respecto al horario previsto).
Masarova jugó todo el partido al filo de la navaja, tratando de hilar fino. Una estrategia que puede salir muy bien o muy mal, no tolera grises. Salió muy mal. Acumuló 33 errores no forzados por seis golpes ganadores, sacando poco jugo a su servicio, una de sus principales armas: colocó un 66% de primeros, pero solo obtuvo un rédito favorable en poco más de la mitad de los puntos que jugó con ellos (57% de efectividad).
Mucho más equilibrada (seis winners y nueve fallos sin presión), Stakusic se distanció en el cuarto juego, el primero de sus múltiples quiebres. Ese fue otro de los aspectos que penalizó a Masarova, que no consiguió sacar provecho de ninguna de las cinco oportunidades de rotura de que dispuso, mientras que su rival se salió con la suya en cuatro de siete. Esa ventaja adquirida en el primer parcial sería ya irrecuperable para la española, que en un pestañeo se encontró con el triunfo prácticamente fuera de alcance.
Porque Stakusic le asestó dos puñaladas nada más comenzar la segunda manga. Pim, pam, pum. En quince puntos (solo tres para Rebeka), le hizo dos breaks y se puso 3-0. Con el 4-0 y el 5-1 llegarían buenas iniciativas de Masarova, con el público ayudando lo que pudo, pero echó a perder sendos 15-40 y finalmente el partido.
El dobles remata un día aciago
El dobles, tarea de Sorribes y Masarova en una decisión un tanto extraña de Anabel Medina, que sustituyó a la dupla programada inicialmente, Bassols y Bucsa, y mantuvo a Paula Badosa en el banquillo, remató un día aciago: 6-3 y 7-5 en 1h17 para Bouchard y Dabrowski. Era importante ganarlo a efectos de posibles desempates, y con la derrota la Selección estará eliminada si este jueves Canadá le gana un partido a Polonia, pues a falta solo de un cruce, ante las centroeuropeas, ya no podría llegar a cuatro victorias.
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