El vendaval y la racha de Medvedev frenan a Davidovich
El español perdona al ruso en un segundo set marcado por el fuerte viento y se despide de Indian Wells. Medvedev suma 18 triunfos seguidos.
Las dos versiones que mostró Alejandro Davidovich durante su enfrentamiento en la pasada madrugada con un rival tocado por una varita, el ruso Daniil Medvedev, fueron insuficientes. De menos a más, el español de 23 años y 28º del ranking ATP (el próximo lunes será 25º, mejor resultado de su carrera) plantó cara al moscovita, de 27 y sexto del mundo. Davidovich pagó caro el perdonar hasta seis oportunidades de break en el segundo set, y acabó sucumbiendo en cuartos de final del Masters 1.000 de Indian Wells por 6-3 y 7-5 en 1h44. De esta manera, Medvedev acumula ya una racha de 18 victorias consecutivas, la segunda mejor de su trayectoria.
De inicio, el tenista malagueño salió demasiado tímido ante un rival que presentaba un buen puñado de incógnitas. El día anterior, Medvedev sufrió de lo lindo para batir a Zverev en tres sets, se quejó continuamente de la lentitud de la pista y, para más inri, se hizo bastante daño en el tobillo. “Ahora que me he enfriado, (la inflamación) es grande. No puedo caminar correctamente. Pero todo va a estar bien, voy a vendarlo mañana, tomar un analgésico e ir a jugar”, dijo el ruso tras los octavos. Vaya si funcionó el analgésico, y es que en los primeros juegos ya se pudo apreciar que no había ni rastro de aquellas molestias. “Al calentar me dolía bastante. Sabía que iba a jugar, y me he ido sintiendo mejor durante el partido”, añadió el de Moscú al certificar un nuevo triunfo. Medvedev, campeón de los últimos tres torneos que ha disputado (Róterdam, Doha y Dubái), rompió el primer juego al saque del español, y desde entonces marchó cuesta abajo en un set inmaculado.
El ruso se llevó el 100% de los puntos que jugó con primer servicio en el parcial inicial (14/14), y dominaba a placer a un Davidovich poco reconocible. ‘Foki’ tardó en acostumbrarse a las mayúsculas dimensiones de la central del Tennis Garden (en los días previos había jugado en pistas secundarias), y era incapaz de hacer daño a su rival. “Sigue castigándole”, le decía Jorge Aguirre, su entrenador. No perdió la fe el español, que disputaba unos cuartos de final de Masters 1.000 por tercera vez en su carrera, la primera sobre pista dura. En el segundo set se quitó de encima toda la timidez previa y aplicó un tenis más propio de él. Dejadas, subidas a la red, palos con la derecha... Davidovich se creció y el que sufría era Medvedev.
Las oportunidades que no aparecieron en el primer set sí que llegaron en el segundo. Bola de break a favor de Davidovich en su primer juego al resto, también en el segundo y en el tercero. Las neutralizó Medvedev con muchísima sangre fría. También hizo acto de presencia el fuerte viento, que recordó a las condiciones con las que jugaron Alcaraz y Nadal el año pasado. Alejandro no terminaba de materializar las ventajas, hasta que se le apareció una oportunidad de oro: con 3-4 favorable al español, Davidovich se colocó con 0-40. Parecía tocado Medvedev, que había sido atendido dos veces por tener un corte en el pulgar derecho tras una caída. Tampoco aprovechó ‘Foki’ estas bolas de break. No supo adaptarse a un viento que ni inmutó al ruso, cometió demasiados errores no forzados (34 en todo el partido por los 15 de Medvedev) y dejó que el campeón de un US Open se escapase con vida.
Atascado ante los mejores
Ante un jugador de la talla de Medvedev, quien encima atraviesa un dulce momento de juego y resultados, estos fallos se pagan caro. El moscovita rompió en blanco a un Davidovich desquiciado, y sin el sufrimiento de los juegos previos cerró el encuentro. El español, una vez más, demostró tener tenis de sobra para pelear de tú a tú con los mejores, pero los fallos puntuales lapidan sus opciones. Se le siguen atragantando los jugadores del top-10 a Davidovich, que tiene un balance de 3-17. “El partido ha sido muy loco, ha habido condiciones muy duras con el viento y ha sido complicado”, explicó Medvedev tras el partido. El ruso, con 18 victorias seguidas en el bolsillo, se jugará el pase a la final frente al local Frances Tiafoe, quien ayer superó al británico Cameron Norrie por un doble 6-4.