Draper conquista Indian Wells y confirma que ya está aquí

El talento que atesoraba Jack Draper es indudable, pero el británico de 23 años siempre ha sido perseguido por la alargada sombra de las lesiones, las cuales han lastrado en el pasado a uno de los proyectos más ilusionantes del tenis mundial. Cuando el de Sutton está sano, es uno de los hombres más peligrosos del circuito, y eso se ha evidenciado en Indian Wells, donde conquistó el primer Masters 1.000 de su carrera para mandar el mensaje de que ya está aquí, en la élite. El británico, verdugo de Carlos Alcaraz en semifinales y que desde este lunes será séptimo en el ranking mundial (primera vez que es top-10), culminó un torneo perfecto este domingo al pasar por encima de Holger Rune en la final (6-2 y 6-2 en 69 minutos), la primera de un evento superior a un ATP 500 que estaba protagonizada por dos tenistas nacidos en el presente siglo.

En esta ‘final del futuro’, aunque realmente cada vez es más presente, el que prevaleció es Draper, un jugador que en tiempos pretéritos ha sufrido de lo lindo con las lesiones. Desde agosto de 2022, Jack suma siete retiradas en medio de partidos, la última de ellas en el pasado Open de Australia cuando se medía con Alcaraz, y la mayoría provocadas por una cadera que le ha dado mucha guerra. Hace tres semanas, el inglés ya mandó un aviso llegando a la final en Doha, donde afirmó estar jugando sin dolor, y en otra zona árida, en el desierto de California en este caso, ha podido alzar el título más importante de su corta trayectoria. “Es increíble, no me lo esperaba. He trabajado mucho durante mucho tiempo. Estoy agradecido por estar aquí jugando, con mi cuerpo sintiéndose bien, también la mente. El trabajo que he hecho estos dos últimos años se refleja en el gran escenario, estoy muy feliz por ello”, celebró.

Con Jannik Sinner y Carlos Alcaraz como grandes líderes de la nueva hornada de tenistas, la que tendrá la ardua tarea de paliar la ausencia del Big Three, Draper ha demostrado estas semanas que tiene tenis de sobra para pelear de tú a tú con los dos grandes monstruos de su generación. Si el cuerpo se lo permite, Jack puede ser un hombre muy a tener en cuenta desde ya mismo, con un revés prodigioso, un saque de mucho nivel y una actitud fría que hace que no se amedrente en ningún escenario. No lo hizo en las primeras semifinales de Masters 1.000 de su vida ante todo un Alcaraz, con rosco del español incluido, y tampoco lo hizo menos de 24 horas después en la final, en la cual maniató a placer a un Rune que venía completando un muy buen campeonato.

El danés, de 21 años y 13º del ranking mundial (subirá al 12º puesto), sí que tenía experiencia previa en finales de Masters 1.000, pues esta de Indian Wells era la cuarta de su carrera, con el triunfo en París 2022 como única alegría. Sin embargo, fue Rune el que estuvo muy nervioso desde el comienzo, y de ello se aprovechó Draper para coger una rápida ventaja. El británico tuvo incluso una opción para dejarse a tiro el rosco, aunque Rune lo pudo evitar no sin apuros. Jack soltó bombas con la derecha a placer y dominó el revés, generando unos botes muy altos a los que no se supo adaptar su rival. “He salido bien al partido, ayer tuve altibajos contra Carlos y aprendí de ello para hoy. Sabía que Holger iba a jugar buen tenis, tenía que ser agresivo y he hecho un trabajo increíble, contento por haber podido mandar en el partido”, analizó Jack, que ganó el tercer torneo ATP de su vida (el año pasado conquistó Stuttgart y Viena), el primero sobre pista dura al aire libre.

Ampliar

Si el primer set del de Sutton ya fue arrollador, la película no cambió mucho en el segundo parcial. Draper logró el break a las primeras de cambio y dominó, incluso con menos errores no forzados que en el primero (16 en total y 20 ganadores). Poco pudo hacer Rune, que mordió el polvo y fue la última víctima de la gran explosión de Draper. Semifinalista en el pasado US Open, Jack, una vez dejados atrás los problemas físicos, se acerca peligrosamente al top-5 mundial. “Siento que me merezco ese puesto en el ranking, para ser sincero. La cantidad de adversidad que he atravesado, la cantidad de sacrificios que he hecho, el tiempo que la gente a mi alrededor ha dedicado, el trabajo duro... Es emocionante saber por todo lo que he pasado para jugar, y ser séptimo del mundo no puedo describir lo que significa para mí”, comentó emocionado.

Gran Bretaña encuentra al ‘nuevo Murray’

El zurdo, además, se convirtió en el quinto hombre en la historia de Gran Bretaña que entra en el top-10 y también que levanta un Masters 1.000 (el primero desde Cameron Norrie en Indian Wells 2021), y es inevitable que se le empiece a ver como una especie de sucesor de Andy Murray. El escocés ganó 14 títulos de la categoría de oro de la ATP, y él es el único británico que ingresó al top-10 siendo más joven que Draper (lo hizo con 19 años). De hecho, siendo séptimo mundial, Jack ya es el cuarto hombre de su país con mejor ranking de la historia.

En lugar de rehuir de las comparaciones con Murray, Draper lo abraza y acepta la responsabilidad de convertirse en referente de un país en horas bajas en el tenis. “Creo que hemos tenido muchísima suerte de contar con Andy Murray y otros jugadores que realmente me han mostrado el camino y me han inspirado a ser un jugador de élite. Diría que nuestra cultura tenística actual no es muy fuerte en el Reino Unido. Obviamente, otros países lo tienen mejor, como Italia, España y Francia. Aman el tenis mucho más que nosotros como nación, pero creo que, con lo que está por venir con la hierba y con la llegada de jugadoras como Emma (Raducanu), yo y otros de élite, podemos ofrecer un buen espectáculo e inspirar a mucha gente a jugar”, dijo el nuevo campeón de Indian Wells y un jugador al que hay que seguir muy de cerca desde ya mismo, porque en el Valle de Coachella ha mandado el mensaje de que ya está aquí.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp.

¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí