Thompson y De Miñaur entierran el cuento de hadas neerlandés
Los dos aussies remontan en sus partidos ante Griekspoor y Van de Zandschulp y meten a Australia en semifinales de la Copa Davis.
Australia consiguió este martes el primer billete a semifinales puesto en juego en las Finales de la Copa Davis gracias a Jordan Thompson y Alex De Miñaur. Con sus triunfos ante Tallon Griekspoor (4-6, 7-5 y 6-3 en 2h55) y Botic van de Zandchulp (5-7, 6-3 y 6-4 en 2h40), respectivamente, los aussies sentenciaron la eliminatoria antes del dobles, que no se disputó, y dejaron fuera a la sorpresa de la fase de grupos.
Las condiciones en el Martín Carpena de Málaga eran propicias para Países Bajos, con su afición copando la mitad de uno de los laterales del pabellón y haciendo mucho ruido entre puntos. Se reflejó el ambiente en el primer parcial, que tras un break por cabeza de salida acabó yendo al marcador de Griekspoor, 96º del mundo, gracias a una nueva rotura en el quinto juego.
Pero Thompson, 84º del ranking, no se desmoronó. En un segundo set muy intenso, sobrevivió a un séptimo juego infernal, en el que anuló tres bolas de quiebre de su rival para después romperle con 6-5 y poner el empate. Después se puso 4-2 en la manga definitiva y gestionó la renta con aplomo para sumar su octava victoria en 12 partidos en la copa. Griekspoor, por su parte, se queda con un balance de 4-4.
De Miñaur remata
Cogió el testigo De Miñaur, que también empezó cediendo ante un Van de Zandschulp sin margen de error, espoleado quizá por la adrenalina de verse al borde del precipicio. Pero el aussie con sangre alicantina, 24º de la ATP, también supo reaccionar.
Van de Zandschulp, el 35º de la lista, sumó su primera derrota en la copa desde su debut en 2019 y ahora tiene un balance de 5-1 por el 9-5 que exhibe De Miñaur. Supo aprovechar su momento en un primer parcial muy parejo, sin bolas de rotura en ningún lado hasta el 6-5, cuando el neerlandés se fabricó hasta tres y amortizó la última. Empezó a penar cuando sus porcentajes al servicio bajaron (hasta el 47% en el tercer set) y acabó enterrando el cuento de hadas de los tulipanes, la sorpresa de la primera fase.
Entonces, una selección que desde su debut en 1920 solo jugó 22 veces el Grupo Mundial (ningún título) acabó líder del grupo D, por delante de Estados Unidos, Reino Unido (anfitriona en Glasgow) y Kazajistán. Por ranking era el peor equipo de las Finales y no es ninguna sorpresa su eliminación ante los oceánicos, que tienen 28 entorchados. Sí lo sería que este grupo con un número uno consolidado en el top-50 (Van de Zandschulp), dos gregarios competitivos (Griekspoor y Van Rijthoven) y un dobles de élite (Koolhof y Middelkoop) no siga floreciendo en una competición que antaño les fue esquiva.