Badosa gana con cabeza
La española, un torbellino de emociones, templó los nervios para no dejarse sorprender por la imprevisible Juvan. Se enfrentará en tercera ronda a Kudermetova.
Lo dijimos en la previa, Paula Badosa es un torbellino de emociones en la pista y fuera de ella. Pasa de la risa al llanto, de la desesperación a la esperanza en un santiamén. Transmite sensaciones contradictorias en un mismo partido y en las ruedas de prensa. Y cuando logra controlar la situación, gana. Lo hizo este jueves en Roland Garros, para solventar un duelo que empezó con dominio suyo y que se le complicó hasta el punto de ganar con apuros el primer set y perder el segundo, antes de resolver en el tercero: 7-5, 3-6 y 6-2 en dos horas y 17 minutos.
La española buscará el pase a la segunda semana el sábado contra Veronika Kudermetova, que manda por 3-2 en el cara a cara, aunque las dos derrotas las encajó la rusa en sus dos últimos encuentros, este mismo año en Indian Wells y Madrid. "Ha sido un partido difícil, pero lo esperaba porque ella venía jugando muy bien. Estoy muy contenta por la lucha que puse en la pista", dijo Paula. "Hubo momentos en los que estaba muy nerviosa y un poco estresada, porque ella llegaba a todas las bolas, e intenté estar lo más calmada posible y continuar jugando con agresividad", añadió. "Espero parecerme un poquito a Rafa algún día", bromeó cuando le preguntaron si era zurda, porque juega con la derecha y escribe con la izquierda, al revés que el balear.
No fue nada fácil para Badosa superar a Juvan, una tenista imprevisible, que ganó a Sabalenka en Adelaida y hace una semana Pliskova en Estrasburgo, donde fue finalista, capaz de lo mejor (buena derecha y mano para las dejadas, alguna incluso de resto directo) y de lo peor (golpes cortados sonrojantes). La capacidad defensiva de la eslovena de 21 años y 68ª del mundo crispó en ocasiones a la número cuatro. Eso y el peso de la bola. "No va, es así (de gorda)", le espetó a su equipo con un gesto de manos abiertas. La primera manga la tenía ganado (5-2), pero su rival rozó la remontada. Fue un aviso de lo que vino después, en los peores momentos de la jugadora afincada en Dubái. "No meto una", se la oyó decir en la Suzanne Lenglen, una pista en la que el tenis se ve muy de cerca y todo se escucha.
Serenidad
El esfuerzo de la reacción le pasó factura a Juvan, que pidió tiempo muerto médico por unos problemas en la espalda. Empezó bien, no obstante, la tercera manga, con un peligroso break y a Badosa le dieron un aviso por recibir instrucciones de su entrenador, Jorge García, con quien se comunica verbalmente y por gestos continuamente, aunque no siempre con intención estratégica. A partir de ahí, y de un punto largo y trabajo que se fue de inflexión, Paula se serenó, conectó más golpes ganadores (35 en total) y pasó por encima de Kaja, con dos breaks y bolas para un tercero.Buena señal en su búsqueda de confianza y de mentalidad ganadora. Ser resolutiva la llena: "No estaba sintiendo esa vena competitiva que tengo, seguía ahí, pero no la sacaba. Volver a hacerlo me da la confianza que quiero".