BARCELONA OPEN BANC SABADELL

Alcaraz saca de quicio a Tsitsipas y busca su primer Godó

El murciano dio una exhibición ante el número cinco del mundo, que acabó discutido con el juez de silla y por tercera vez derrotado por el jugador de 18 años.

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Por los pasillos del Real Club Tenis de Barcelona no se hablaba de otra cosa que de ese niño prodigio que se iba a medir a Stefanos Tsitsipas, número cinco del mundo, dos veces subcampeón del Godó. La expectación era tan grande que los presentes aguantaron en pie hasta que a las 20:45 ambos tenistas salieran a la iluminada pista del Godó. Caía la noche y se levantaba el público y una otra vez, aplaudía, se llevaban las manos a la cabeza y coreaba el nombre de Carlos Alcaraz. Una locura. Sin calificativos. El murciano bailó a Stefanos Tsitsipas, luego sufrió y finalmente se rehizo para eliminarlo, dejarlo desquiciado y fuera de un aciago Barcelona Open Banc Sabadell (4-6, 7-5 y 2-6 en 2h 12 min).

Hasta el 4-4 del primer set, el partido fue un calentamiento de mucho nivel. Sólidos ambos con su saque, ganaron sin apenas ceder puntos. Alcaraz maravilló con dos dejadas y con esos golpes tan violentos, esa derecha de fuego que ponía a prueba el pulso de su rival a cada devolución. Pero todo cambió en ese noveno juego. El murciano empezó a dominar los puntos, a buscarle las debilidades a un Tsitsipas, subcampeón por dos veces del Godó, que se sintió incómodo en la pista. Rubricó el break Alcaraz con una dejada de otro planeta (4-5). Su mano mece la raqueta, la bola cae sobre la arcilla como una pluma.

Después del 4-5, Alcaraz dio un paso adelante. A su potente saque le acompañaron sus subidas a la red. EA murciano es intuitivo, se anticipa y presiona al rival siempre que puede. Tsitsipas se desesperó tanto que no sabía qué hacer. En la última bola del set lanzó con fuerza y Alcaraz se tuvo que apartar porque le iba al cuerpo. El murciano se lo recriminó. El mal gesto del griego, muy silbado en la pista, no pasó a mayores. Quedó en la rabieta de un tenista mayúsculo que estaba siendo una marioneta en manos de un prodigio de apenas 18 años.

Stefanos Tsitsipas.

La resurrección y la caída del discutido Tsitsipas

El show de Alcaraz continuó cinco juegos más. Después del 1-0 en el segundo set de Tsitsipas, Alcaraz le metió un parcial de 0-4. Saques irrebatibles, dejadas, voleas y dos reveses profundos a dos manos que pusieron de pie las gradas. La atmósfera ese momento en la cerrada noche de Barcelona era de estar presenciando una exhibición de un jugador llamado a marcar una época, capaz de hacer golpes imposibles, un abanico de recursos inimaginables, especialmente esas dejadas inesperadas y perfectas.

Pero el decorado se modificó porque el tenis cambia de dirección a cada instante. Tsitsipas viró su juego, le jugó bolas más altas para evitar sus golpes ganadores, sacó mejor y empezó a ganar confianza. Le devolvió las dos roturas y se puso por delante (5-4). Se mantuvo firmó, jugó más cerca de las líneas y se colocó 6-5 por delante. Restó para ganar el set y lo logró. Emergió cuando estaba hundido con un parcial de 6-1 cuando Alcaraz lo tenía contra las cuerdas y lo estaba bailando.

Los partidos de Alcaraz son una montaña rusa, propio de un jugador de 18 años, capaz de maravillar con su juego y de golpe entrar en una racha negativa y de fallos inexplicables. Como lo fue posteriormente su reacción, propia de los campeones. Hizo reset y recuperó sensaciones hasta que se puso 0-3 con una rotura. En ese momento, el griego se salió del partido. Fue al lavabo y tardó más tiempo del estipulado, por lo que el juez de silla Messina lo sancionó con dos puntos. El cuarto juego empezó 30-0 para Alcaraz, que puso la puntilla al griego con ese 0-4 y con dos bolas en la línea demoledoras para colocarse 1-5. Sentenció con el 2-6. Alcaraz ya le ha ganado tres veces al griego. Ésta, para buscar su primer Godó. Las semifinales serán este sábado a las 16:00 ante el australiano Álex de Minaur.