El 30 de enero de 2022 podría ser recordado como el día en que Rafa Nadal se colocó por delante de Novak Djokovic y Roger Federer en la tabla de títulos de Grand Slam. Si el balear vence a Daniil Medvedev este domingo en la final del Open de Australia, deshará el empate a 20 que mantiene con el serbio y con el suizo, grandes dominadores del circuito masculino en los últimos 20 años, con 60 trofeos entre los tres en 73 torneos. Los 13 que ‘dejaron’ a sus rivales los capturaron Andy Murray (3), Stan Wawrinka (3), Andy Roddick, Gastón Gaudio, Marat Safin, Juan Martín del Potro, Marin Cilic, Dominic Thiem y Daniil Medvedev.

Federer fue el primero en abrir su cuenta particular en Wimbledon 2003 y Nadal se incorporó a la lucha en Roland Garros 2005. No fue hasta el Open de Australia 2008 cuando Djokovic estrenó su palmarés con varios trofeos de desventaja con respecto a Roger y Rafa. En febrero de 2018, después del último Abierto oceánico que ganó el helvético, la disputa estaba así: Federer 20, Nadal 16, Djokovic 12. A partir de ahí, el español y el serbio han ganado 12 de los últimos 14 majors, con una aceleración espectacular de Novak, que en este periodo ha cosechado ocho (tres en Australia, tres en Londres, uno en París y otro en Nueva York) por cuatro de Rafa (tres sobre la tierra francesa y uno en la pista dura americana), mientras que Roger se ha quedado en el dique seco y con opciones de sumar más, debido a sus problemas en las rodillas. No se le espera hasta Wimbledon. El concurso este año de Noles en los campeonatos más importantes es una incógnita por su negativa a vacunarse, que no le garantiza la participación en Roland Garros, aunque podría ‘colarse’ por un cambio de normativa estatal, ni en el US Open.

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En los cuatro últimos años, sólo Thiem y Medvedev, en los majors americanos de 2020 y 2021, han sido capaces de entrometerse en el dominio del duopolio Djokovic-Nadal, aunque el manacorí no compitió en ninguna de esas dos ediciones y es el que tiene la siguiente oportunidad más claras de seguir sumando, en su adorado Bosque de Bolonia.