Pocas veces se había visto la pista central de un Grand Slam prácticamente llena para ver un partido de semifinales de dobles. El Open de Australia rebajó el precio de los tickets y permitió pasar a los que tenían entrada general, de manera que el 65% del aforo, permitido desde este jueves, se completó y el ambiente para ver el partido de Thanasi Kokkinakis y Nick Kyrgios, que jugaban con una invitación, contra Marcel Granollers y Horacio Zeballos, terceros favoritos, tuvo un ambiente de Copa Davis. Los Special Ks, como se les apoda, vencieron por 7-6 (4) y 6-4 en 1h47 a la pareja hispano-argentina y la final del sábado (sobre las 11:30) será completamente australiana en el torneo 42 años después, ya que Matthew Ebden y Max Purcell, que no son cabezas de serie, ganaron en la otra semifinal al estadounidense Rajeev Ram y el británico Joe Salisbury (2º). En 1980, Edmonson y Warwick vencieron a McNamara y McNamee, la última vez que cuatro aussie se disputaron el título.

Los dobles están dando muchas alegrías a la afición local, ya que el miércoles, en mixtos, Jaimee Fourlis y Jason Kubler, también con una wild card, ganaron en un partido que acabó a las 2:30 de la madrugada en Melbourne a la checa Hradecka y el ecuatoriano Escobar. Se verán en la final del viernes (05:00) con la francesa Mladenovic y el croata Dodig (5º).

Kokkinakis y Kyrgios aprovecharon su mejor servicio para vencer a Granollers y Zeballos, enredados en el jolgorio de la central, que a pesar del mal humor de Kyrgios, que le hizo una peineta a un espectador tras perder su servicio en el segundo set, vibró con una pareja controvertida y peculiar de amigos que se ha entendido dentro y fuera de la pista y ha llamado mucho la atención por su show tanto de los aficionados como del resto del circuito.

Mucho seguimiento

Sus partidos han sido seguidos por mucho público in situ y por la televisión nacional, con cuotas de audiencia inusitadas para tratarse del torneo de dobles. Una pena para Marcel (perdió dos veces su saque en el segundo set) y Horacio, que se quedan de nuevo a las puertas de un título de major que se les resiste a ambos. La oportunidad era buena, pero a veces hay factores que trascienden por encima de la calidad y del tenis. "Ellos sacaron muy bien y jugaron mejor que otros días, también les ayudó el componente emocional del público, algo que era lógico que se sintiera en la cancha. Fue un lindo espectáculo", dijo Zeballos. "Nuestro objetivo es conseguir resultados grandes. Hay que ver la parte positiva de la semana. Hemos empezado el año muy bien, con un nivel altísimo. Jugaremos en Río y Acapulco, y después Indian Wells y Miami, y la gira de tierra", avanzó Granollers.

Cuadro masculino de dobles del Open de Australia.