Australia deja una puerta abierta a Djokovic pese a la sanción de tres años sin entrar al país
El primer ministro, Scott Morrison, contradijo la afirmación de la ministra del Interior, Karen Andrews, que había confirmado la prohibición.
Poco después de que la ministra del Interior de Australia, Karen Andrews, confirmará la prohibición de entrada en el país oceánico durante tres años para Novak Djokovic, por su deportación el pasado domingo, el primer ministro, Scott Morrison, la contradijo y dejó una puerta abierta para el regreso del serbio. Según el máximo mandatario de la nación, Djokovic podría tener una "oportunidad" de volver antes.
"Hubo un mensaje muy claro, si quieres venir, tienes que estar vacunado o tener una exención médica válida... Él no cumplía con ninguna de los dos. La gente toma sus propias decisiones y esas elecciones significaban que no podía venir aquí y jugar al tenis", dijo Morrison a la estación de radio 2GB de Sydney. No obstante, no voy a precondicionar ni decir nada que no permita (al ministro de Inmigración Alex Hawke) tomar diversas decisiones... (sobre la prohibición). Es por un período de tres años, pero existe la oportunidad de que regrese en las circunstancias adecuadas y eso se consideraría en su momento", añadió.
Morrison habló con su homóloga serbia, Ana Brnabić, después de que está hablara de "acoso" a Djokovic por parte del gobierno aussie. "Hablé con ella al respecto, tuvimos una conversación muy profesional, muy respetuosa", dijo. "Ambos tenemos reglas en nuestros países, esperaría que los australianos respeten las de Serbia... igualmente cuando la gente viene a nuestro país tiene que respetarlas. Es importante que defendamos eso, y lo defendimos... mucha gente nos decía que debíamos retroceder y dije, 'De ninguna manera'".
Djokovic, de selfies en Dubai
Mientras tanto, Novak Djokovic pasó por el aeropuerto de Dubai (llegó sobre las 5:30 hora local), escala en su camino de regreso a Serbia, en concreto a Belgrado, donde fue recibido con vítores y pancartas por algunos aficionados que portaban también banderas de su país. En ambos aeropuertos se hizo selfies con aficionados, con la mascarilla puesta, aunque con un gesto sonriente que podía adivinarse en las fotografías. Pero cuando le preguntaron por la posibilidad de que no pudiera volver a Australia en tres años, no quiso contestar, según afirma el Herald Sun.