Sólo unas horas después del bombazo de la deportación de Novak Djokovic, Rafa Nadal volverá a la acción en un Grand Slam, el Open de Australia. Lo hará este lunes (no antes de las 04:00, Eurosport) contra el estadounidense Marcos Girón, a quien se enfrenta por primera vez, siete meses después de caer en semifinales en el último major que disputó el año pasado, Roland Garros, donde le ganó el polémico Novak Djokovic.

"Podría haberme enfrentado con él la semana pasada (en Melbourne, pero al americano de 28 años y 66 del mundo le ganó el lituano Berankis). Todos los rivales son difíciles y las primeras rondas son peligrosas, más en mi situación. Tengo que estar preocupado de lo mío", dijo, sobre su oponente, un Nadal que habló sobre las condiciones del torneo. "Las pistas son bastante rápidas. La bola cambia por completo si juegas de noche o de día. Cuando hay humedad se pone muy lenta y cuando el clima es más seco, más rápida. Creo que la tendencia de los últimos años es que las pelotas sean cada vea más huecas y cojan menos efecto, cosa que no comparto, aunque intento adaptarme a ello. Y aquí no es una excepción. Favorecen a la gente que juega más plano".

Rafa, sexto favorito, no cree que le afecte lo que le ha ocurrido a su eterno rival, que iba por su lado del cuadro, en el Abierto australiano. "A nivel de tenis y de aproximación mental al torneo, a mí esto me afecta cero. La situación se ha liado y alargado, pero yo estoy centrado en mis entrenamientos antes de debutar. Para llegar a tener un enfrentamiento contra él, en semifinales, tendría que haber hecho trabajo larguísimo, con toda la dificultad que conlleva jugar un Slam y avanzar, más después de llevar tanto tiempo sin competir. Yo quiero trabajar y disfrutar".

Realidad y esperanzas

El ganador de 20 majors, asegura que "hubiera firmado" estar donde se ve ahora "después de estar cinco meses sin competir". "Hace dos, no sabíamos si vendría y pasó lo del virus. Al final, he ganado un torneo (el ATP 250 de Melbourne) y estoy para competir después de mucho tiempo. Después, ya veremos lo que ocurre, cuando vuelves las cosas son muy aleatorias. No hay nada seguro. Uno tiene que ir aceptando las dificultades y lo que se escapan de tu control. La lógica que hay cuando vienes rodado, desaparece cuando llevas mucho sin competir. Confío en que las cosas vayan a mejor, perdonarme los errores, trabajar cada día con la mejor actitud posible y valorar cada mejora. Luego queda tratar de avanzar y generarte opciones si es posible". Lo hará desde ya en Melbourne, no se lo pierdan.

Cuadro masculino del Open de Australia.