Medvedev y Rublev, rumbo hacia una tercera Ensaladera
Con sus victorias por la vía rápida sobre Struff y Koepfer llevan a Rusia a la final frente a Croacia (domingo, 16:00, Vamos).
El acorazado ruso, con dos top-ten a los mandos, asaltará mañana el título de Copa Davis frente a Croacia (16:00, Vamos). Andrey Rublev y Daniil Medvedev resolvieron de forma exprés la semifinal frente a Alemania. Primero, Rublev necesitó sólo 49 minutos para liquidar a Dominik Koepfer por 6-4 y 6-0. Y con la alfombra roja desplegada, Daniil Medvedev abrochó el triunfo en 1h 06 frente Jan-Lennard Struff por un doble 6-4.
La Federación Rusa (compite bajo ese nombre por la sanción de la Agencia Mundial Antidopaje al país) buscará su tercera Ensaladera, tras los títulos del 2002 y el 2006. La última final que disputó fue en 2007. Alemania finalizó su camino sin poder casi oponer oposición. Con la renuncia de Alexander Zverev, número tres del mundo que no participa por ser contrario al nuevo formato, bastante hizo con meterse en semifinales.
De entrada, el mejor Rublev apareció en el mejor momento para dar a Rusia el primer punto. El número cinco del mundo, en un Madrid Arena que se fue llenando poco a poco para terminar con un buen ambiente, sacó su mejor partido de las finales para derrotar a Dominik Koepfer en dos sets.
El estajanovista Rublev (24 años), muy exigido toda la semana, encontró la paz frente a Koepfer (27 y 54º). El moscovita afincado en Barcelona junto a Fernando Vicente jugaba su cuarto partido individual (sólo perdió frente a Feliciano López) y había tomado parte también en dos dobles. Es el cemento del equipo del inescrutable Shamil Tarpischev (73 años), el eterno capitán que cumplía la eliminatoria 100 al frente del equipo de Copa Davis. En 2019, cuando cayeron en semifinales, ya le hizo disputar ocho partidos en un equipo en el que no estuvo Medvedev.
El zurdo Koepfer no las vio venir ante Rublev. Un break para 2-1 sirvió para encarrilar la manga. En la segunda, el ruso apabulló al alemán con otras tres roturas. El partido no tuvo historia. Fue un monólogo.
Con el viento a favor, Medvedev no dio opción a la sorpresa. El número dos del mundo sólo cometió dos errores no forzados en la primera manga (seis en total), ganó un 83% de puntos con primeros y un 80% con segundos. Inaccesible para Struff (31 años y 51º). Eso sí, el ruso no supo procurarse el favor de la grada de Madrid para la final frente a Croacia. Cuando sacaba para ganar, Struff tuvo bola de break en contra y los espectadores animaron al alemán para que el partido no acabara tan pronto. Medvedev la neutralizó y celebró su victoria con un gesto, pidiendo calma, que el público se tomó como un desafío. Después lo justificó: "Es una broma que tenemos en el equipo cuando jugamos a las cartas. Una celebración que le vimos hacer a Cristiano Ronaldo. Me sorprende que se lo hayan tomado mal".