El dobles cae ante Rusia y España dice adiós a la Davis
Feliciano (40 años) venció al cinco Rublev 2-6, 6-3 y 6-4, pero la derrota de Carreño en dos sets ante Medvedev abocaba a Feliciano y Granollers a ganar y no pudieron.
Un "equipo con muchos huevos", en definición de Feliciano López, estuvo cerca de alcanzar los cuartos de final de la Davis, pero murió en la orilla ante la selección con mejor ranking. Una Rusia con dos top-ten que acabó metiéndose (jugará contra Suecia) al adjudicarse el dobles (6-4, 2-6 y 6-4) y la serie por 2-1. A las 00:40 de una noche dramática y de calculadora en mano, Feliciano López y Marcel Granollers claudicaron. Sólo valía ganar o ganar para ser primera de grupo y la derrota suponía la eliminación. La campeona, lastrada por la baja previa de Rafa Nadal y las de Roberto Bautista y Carlos Alcaraz sobre la bocina está fuera. Si no recibe una invitación, tendrá que disputar una eliminatoria en marzo del 2022 para volver a las finales.
Feliciano López, el mago de las cinco Copas Davis, fue quien hizo soñar a España en el Madrid Arena. El toledano, a sus 40 años y 104º del mundo, tumbó con orgullo y clase a Andrey Rublev, quinta raqueta de la ATP, por 2-6, 6-3 y 6-4 en 1h:45. Una victoria de fe que entreabrió la puerta para acceder a cuartos. Pero la derrota posterior de Pablo Carreño en dos sets contra Daniil Medvedev por 6-2 y 7-6 (3) dejó sólo una rendija para España: ganar el dobles.
Comenzó la eliminatoria sombría. Con dos breaks en el primer parcial de Rublev, de 24 años y participante la semana pasada en el Masters al mismo tiempo que Feliciano jugaba un torneo challenger. El público coreaba el nombre del español sin demasiada convicción...
Hasta que él los arrastró a creer. Los conectó. Su tenis fino en la red ("Uno de los mejores partidos de mi carrera, rápido y ágil", contó después) comenzó a fluir. Aunque los primeros saques no entraban (50% al final), con los primeros que iban dentro era letal (40/49) y con los segundos lograba firmar varios aces. Break para 4-2 en el segundo. Puño al pecho. Rublev rumiando sus demonios. Y set al esportón.
MUCHAS BAJAS
Feliciano entró el primer día por el positivo en COVID de Alcaraz y ganó limpio, en dos sets, al ecuatoriano Quiroz. Luego, no pudo disputar el dobles por un bajón de glucosa. Pero ante Rublev entró con ella a tope. Levantó al ruso dos bolas de rotura con 0-1 y le arrebató el servicio en el siguiente juego. Tuvo dos bolas de partido al resto que no materializó. Mas no se asustó. Ama a la Davis y la Davis le ama a él. Aún tuvo el ruso una bola de break cuando sacaba por ganar. Y aguantó para vencer con un ace. Con su ADN. "No tenía nada que perder y Bruguera me hizo creer. A mis 40 años, esto es un regalo", sintetizó.
Pero Carreño, que había liquidado a Medvedev en los Juegos donde fue bronce, arrancó mal ante el dos del mundo. Medvedev se puso 5-0 en un plis-plas. Con el 6-2 el ambiente se enfrió. Aún se levantó orgulloso el asturiano con un break, pero el campeón del US Open le endosó otros dos. Neutralizó dos bolas de partido Carreño y logró otro quiebre para llevar la manga al desempate. Medvedev no tembló: KO.
La ruleta se situó en el todo o nada. Feliciano, el héroe del día y de tantos días volvió a salir junto a Marcel Granollers (35 y 6º por parejas). Comenzaron bien, enchufadísimos, pero la energía se les fue escapando ante Rublev y Aslan Karatsev (17º), que sostuvo a la dupla rusa con su eficacia. La vieja guardia no se arrugó, pero no fue suficiente. Adiós a la Ensaladera.