Feliciano López, protagonista con España a los 40 años
El toledano cree que lo que le ha sucedido en la Copa Davis es "un regalo de la vida" y está preparado para seguir jugando "si Sergi (Bruguera) lo cree conveniente".
Las circunstancias han colocado a Feliciano López en una posición de protagonista que nadie, ni él mismo, esperaba en los días previos al inicio de las Finales de la Copa Davis 2021. Primero la baja por lesión de Roberto Bautista y después la de Carlos Alcaraz, que dio positivo por COVID-19, hicieron que el capitán del equipo español decidiera confiar en el toledano para ser el número dos y abrir este viernes en el Madrid Arena la eliminatoria ante Ecuador. Feli no falló. "No esperaba jugar en individuales, pero tampoco representar a mi país, España, a los 40 años (sólo le superan por edad en el torneo el sueco Lindstedt (44) y el austriaco Marach (41)). Sé lo difícil que es formar parte de este equipo porque tenemos un montón de grandes jugadores desde hace 20 años", reconoció.
Su currículum le convierte en uno de los nombres propios de esta edición de la competición por países. Ya es el cuarto tenista de la Armada con más eliminatorias disputadas, 30, igualado con Emili Sánchez Vicario y sólo por detrás de Manolo Santana (46), Manuel Orantes (38) y Juan Gisbert (37). Adelanta en esa lista a otro grande, Sergio Casal (29). Es uno de los ocho jugadores presentes en esta edición que ha ganado alguna vez la Ensaladera, el único que lo ha conseguido varias veces (cinco). El zurdo, campeón de Grand Slam en dobles, ganó su primer título individual en 2004, en unas condiciones muy parecidas a las de esta Davis, indoor y en pista dura. Fue en Viena. Por eso, jugar en la capital de España le venían al pelo, las mejores para un gran sacador como él.
"Es verdad que no es muy normal ver a un tenista de 40 años jugando tenis profesional. Pero yo he tenido mucha suerte, porque no me he lesionado mucho en mi carrera y me he cuidado bastante en los últimos años", dice López, que explica una de las claves de su longevidad. "Mi tipo de juego también ayuda, porque no hay puntos largos ni, por lo tanto, gran desgaste físico en los partidos, aunque si lo hay por la tensión. Un tenista de saque y volea se desgasta menos, pero viajar, querer superarte cada día y jugar muchos partidos sí que provoca cierto deterioro". El caso es que Feliciano ve lo que le ha ocurrido en esta Davis como "un regalo de la vida que no esperaba en absoluto". "No puedo estar más feliz. De alguna manera siento que el tenis me está devolviendo todo lo que he dado, todos los años de esfuerzo, de trabajo, de seguir luchando y entrenándome cada día para poder vivir momentos así, contra los mejores del mundo y de diferentes generaciones a la mía en los grandes escenarios. Es una oportunidad que es de justicia que aproveche".
El bálsamo de la Davis
Feli, , que ha jugado tres Challengers desde octubre para subir puestos en el ranking y entrar en el Open de Australia, argumenta que la Davis le viene "muy bien". "En Madrid no hay muchos tenistas para poder entrenar. Me he pasado ocho años con Pepo Clavet (su entrenador) mano a mano, porque Fernando (Verdasco) ya no vive aquí. Por eso estas semanas me sirven mucho, porque puedo prepararme, competir y jugar con los mejores. Eso me pone en forma, al margen del trabajo físico que hago". Con respeto al resto de la competición, se ve “preparado” para seguir jugando. "Me encuentro capacitado para lo que necesite el equipo, sobre todo al ser partidos a tres sets. Eso facilita que los jugadores podamos doblar. Estoy bien, pero puede jugar cualquiera, porque todos lo hacemos bien en dobles. Si Sergi cree conveniente que contra Rusia juegue yo, lo haré. Tomaremos la mejor decisión". Lo dice con la voz de la experiencia.