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WTA FINALS

El año del despegue del tenis femenino en España

Dos jugadoras en el top-ten. Badosa, Sorribes y Parrizas estrenan palmarés. Mintegi se corona en Wimbledon júnior y la RFET siembra para recoger.

El año del despegue del tenis femenino en España
ULISES RUIZAFP

El tenis femenino español certificó una buena temporada, y también una mejor pinta para 2022, en las WTA Finals de México. Desde hacía 21 años, no coincidían dos tenistas en la cita de las ocho mejores del año. Garbiñe Muguruza, que sale de Guadalajara tres del mundo, y Paula Badosa (10ª) cogieron el testigo de Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez.

"Antes estaban las chicas, después llegaron los chicos y ahora hemos vuelto las chicas otra vez. Eso significa que el tenis español está en todo lo alto", reflexionaba Muguruza.

Este año, además de la vuelta entre las mejores de Garbiñe (28 años), han estrenado su palmarés Paula Basosa con 24 (en Belgrado y con su pelotazo en Indian Wells) y Sara Sorribes (25 y 36ª del mundo), que se llevó el torneo de Guadalajara y tumbó a la número uno, Ashleigh Barty, en los Juegos Olímpicos de Tokio.

La ya treintañera Nuria Parrizas ganó también dos torneos WTA 125 (Bastad y Columbus) para terminar 65ª. Y el Wimbledon júnior fue para la vasca Ana Mintegi, con 17 años. Rebeka Masarova (22 y 162ª) tiene trazas de poder funcionar y suenan otros nombres como los de Marina ­Bassols (21, 286ª) o Jessica Bouzas (19, 354ª), que ayudó en los entrenamientos del equipo español en las Billie Jean King Cup Finals. En un circuito con tantas sorpresas como el femenino, cualquiera puede explotar.

"Es buenísimo que estemos Garbiñe y yo arriba. Y me alegro mucho por Sara, que es como mi hermana y ha hecho un año increíble. O Nuria Parrizas, que se ha metido entre las 100 mejores. Espero poder inspirar a las jóvenes. Vengo a aportar ese granito, quiero ayudar a las de abajo porque también estuve allí", se ofrecía también Badosa.

Según la Federación Española de Tenis (RFET), que liquidó el modelo de concentraciones en los Centros de Alto Rendimiento, este año se ha becado con 130.000 euros a 13 tenistas y en España se disputan ya 26 torneos ITF, cuyos clubes organizadores se repartieron 426.000 euros de la RFET, donde se pueden ir fogueando sin los enormes gastos que supone tener que salir fuera. La élite funciona mientras no se deja de sembrar en la base.