Badosa tumba a Sakkari y ata el billete a las semifinales
La debutante española derrotó en dos sets a la griega, con mucha cabeza, y se clasifica a semifinales gracias al triunfo de Sabalenka sobre Swiatek.
Badosa llegaba con la inercia de los diez juegos seguidos que le endosó a la número dos del mundo, Aryna Sabalenka, en su debut en el Masters femenino. Así que, tras disponer de dos bolas de break que no pudo convertir en el cuarto juego, logró la rotura para 4-2. Pero Sakkari, una tenista con ocho victorias sobre top-ten este año, forzó su explosivo motor para endosarle tres juegos seguidos, igualar a cinco y llevar la manga al desempate. Tras el bajón, apareció de nuevo la Badosa cerebral a la vez que valiente.
Con un drive cruzado, abrochó la manga y se llevó el índice a la sien mientras miraba a su equipo. Esa cabeza que hace tres años casi le obliga a dejar el tenis, entre problemas de ansiedad, es ahora su mejor arma. Terminó el parcial con un 77% de puntos ganados con primer servicio y un mayor control del riesgo (17 errores no forzados frente a a los 26 de la griega). Y, lo que es más importante, con confianza en la victoria.
Sakkari, semifinalista este año en Roland Garros y el US Open a sus 26 años y sexta del mundo, es una guerrera. Y en ningún momento bajó los brazos. Mas Badosa aceptó el envite de sus tiros angulados y potentes, se mostró mucho más consistente y se colocó ya con break (2-1) al inicio de la segunda manga. Tuvo otras seis bolas de rotura en el quinto juego, pero la ateniense se revolvió como una gata para neutralizarlas. Otra vez un mínimo bajón de la española hizo que Sakkari igualara (4-4), pero enseguida rugió Badosa. Y fría como un témpano pero con fuego en su raqueta logró un contrabreak para 5-4 y saque. Aún tuvo que sufrir tras desaprovechar dos bolas de partido. Pero la tercera fue la buena. Muchas carambolas deberían darse para que no esté en semifinales, a falta de saber si primera o segunda de grupo. Y cada día apunta más alto. "He sufrido y disfrutado a la vez", resumió al final. Pero con cabeza.