El hambre de Badosa
La española, que endosó diez juegos seguidos a la número dos Sabalenka para aplastarla, busca un puesto en semifinales (21:00, TDP y DAZN) ante Sakkari.
"Estoy superhambrienta", avisa Paula Badosa sobre sus intenciones en las WTA Finals de Guadalajara (México) minutos después de darse un festín frente a la número dos del mundo, Aryna Sabalenka, a la que derrotó por 6-4 y 6-0 en 1h:16 después de endosarle diez juegos seguidos. Un auténtico huracán.
Su debut en el Masters femenino, donde ya es la cuarta española en participar tras Garbiñe Muguruza, Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario, no pudo ser mejor. Este sábado (21:00 horas, TDP y DAZN), podría sellar su pase a las semifinales de derrotar a Maria Sakkari (6ª del mundo), quien aplastó a Iga Swiatek por 6-2 y 6-4. "Cada partido es complicado y será una batalla, porque aquí están las mejores del mundo, pero estoy muy motivada por estar en México", resumía al final después de recibir el apoyo de un público que parece haber encontrado a su favorita.
Badosa retornaba a las pistas 25 días después de triunfar en Indian Wells, el quinto grande, y se estrenaba también en el top-ten en condiciones difíciles de altitud (casi 1.600 metros). Pero lo gestionó con una tranquilidad pasmosa. Swiatek perdió ante Sakkari y se echó a llorar desesperada cuando la griega sacaba para llevarse el partido. Sabalenka también se presentó frustrada en la rueda de prensa después de haber desperdiciado una ventaja de 4-2 en el primer set para encajar diez juegos del tirón. Terminó con 31 errores no forzados y ocho dobles faltas mientras la española aprovechaba las cinco bolas de break de que dispuso. Las pelotas vuelan y los desajustes son palpables... menos para Badosa.
"Entiendo a Iga y Aryna, su impotencia. Es muy difícil jugar aquí. Hay momentos en que se descontrola todo por la altura. Yo jugué un gran partido. Mi gran mejora es el saber sufrir y lo que no me voy a permitir es no luchar algún punto", sintetizó la española, que cumplirá 24 años el lunes, sobre sus remontadas.
Este año, la tenista nacida en Nueva York y crecida en Begur (Girona) ha derrotado a cuatro top-ten: Barty (Charleston), Swiatek (Tokio), Sabalenka (Cincinnati y Guadalajara) y Krejcikova (Indian Wells).
"Hay que tener estabilidad en tu vida y disfrutar. Tengo muy claro ahora lo que quiero en mi vida. Y quiero progresar y mejorar cada día. Es el único camino. He aprendido mucho en estos últimos meses", apuntó sobre su estado de gracia. En Guadalajara está acompañada por sus padres; su pareja, el actor cubano Juan Betancourt, y su técnico Jorge García, con quien volvió en septiembre después de que la hubiese entrenado como júnior.
Después de Indian Wells viajó a España y no paró, pero supo compaginarlo con el tenis. "Era un estrés más de fuera de pista. Tengo muchos ojos detrás, pero el día a día trabajando fue bueno. Hicimos como una pretemporada de diez días, bien en lo físico y reseteando mentalmente. No sé lo que va a pasar. Espero seguir demostrando el trabajo", cerró. Sakkari espera.