Nadal: "La energía de la gente le da una emoción superior a los partidos"
"Estos ruidos fantásticos, cuando estas mucho sin escucharlos, te pillan de sopetón", dice el balear, que dice que los tenistas deben "acostumbrarse a jugar otra vez con público".
Más espectadores: "Nos tenemos que volver a acostumbrar a jugar con público. Estos ruidos fantásticos cuando estás mucho sin escucharlos, a veces te pillan de sopetón, pero esta energía que te transmite la gente creo que hace que se vivan los partidos con una emoción superior".
Confianza: "Si no juego bien, no hay nada que hacer aunque tenga confianza. Aquí juego bien más a menudo que en otros lugares, y aún así he estado en una situación complicada. Luego me he repuesto y he empezado a sacar mejor en el tercer set. No puedo pretender llegar aquí y pensar en no perder sets. Es parte del juego y no tiene que ser un desastre. Lo acepto completamente como en toda mi carrera. Lo que importa es cómo te repones tras perder uno".
Gesto de Moyá: "Estoy en mi mundo ahí dentro. He encontrado la calma para golpear como lo he hecho en los entrenamientos, porque estaba golpeando corto. Tenía que encontrar mi mejor nivel con esa sensación de tranquilidad, con un gesto armónico largo, que no se ensucie. Tuve la calma de salir bien de una situación de presión, con una determinación clara. Y ha salido bien".
Djokovic: "Si se da el caso, nos conocemos bien. Todo el mundo sabe que puede pasar cualquier cosa y el que juegue mejor, tiene más opciones de ganar. Pero es una semifinal, no una final, así que el que gane luego tiene que repetir en la final. Necesitas jugar tu mejor tenis, si haces lo que debes, tendrás opciones. Es un gran reto y algo bueno porque es para lo que juegas, por otro lado, es muy difícil. Lo prefiero en la final, porque estaría ya en la final. Es la puñetera verdad. Si gano, bien, si no, a casa. Necesito mi mejor nivel en semifinales".
Jugar contra él, el mayor reto: "No soy el que debo hablar de mí. No puedo ocultar que tengo números asombrosos en Roland Garros. Es un honor para mí que los comentaristas opinen eso de mí, pero yo no debo opinar de eso".
Semifinales de 2013: "Fue dramático, hubo de todo, fue un partido muy emocionante, con un nivel altísimo. La diferencia de una final a unas semifinales es toda. En una final no te quedan más partidos. Si ganas una semifinal, te alegras, pero no has ganado nada aún. Yo encaro todos los partidos con la misma mentalidad. Las finales son más especiales, pero esta vez puede ser en semifinales porque yo estoy el tres y tengo dos jugadores por encima de mí. Berrettini está haciendo una gran temporada".
Schwartzman y su espina clavada ante Nadal
Los aplausos de la Philippe Chatrier no lograron mitigar su enorme decepción. El argentino Diego Schwartzman, número 10 del mundo, lamentó la manera en la que fue eliminado a manos de Rafa Nadal, al que arrinconó en momentos del partido: "Cada vez que llegué lejos en Roland Garros siempre perdí con Rafa". Cuartos de final en 2018, semifinales en 2020 y cuartos de final en 2021. Un mismo verdugo. Esta última vez, sin embargo, el tenista de 1,70 metros arrinconó a Nadal, en un partido que en algunas fases recordó al de 2018, cuando también robó una manga al español, un auténtico acontecimiento.
"El Peque" claudicó por 6-3, 4-6, 6-4 y 6-0 en 2 horas y 45 minutos. En ese segundo set hizo morder el polvo al 13 veces campeón de Roland Garros, pero a partir del final la tercera manga el tono cambió y el español sacó el rodillo. "En el cuarto, se fue al baño y tras el parón me costó volver. Luego fue una trompa, no pude hacer nada. Me hizo más de 10 golpes ganadores en el cuarto set", rememoró. "Una pena acabar así el cuarto set -agregó-, por como había jugado todo el resto. Me dolió un poco; espero que en el futuro pueda estar al otro lado del cuadro, porque cuando gano partidos en polvo me vuelvo muy fuerte, sé que los otros no quieren jugar contra mi a cinco", analizó. La amargura de Schwartzman es profunda. Debido a sus características físicas y técnicas, la tierra batida es claramente su superficie ideal. En la que puede desarrollar todo su tenis agresivo, de intercambios largos, en los que tiene más opciones de restar con eficacia. Nadal le corta siempre las alas.
"De las 12 veces que jugamos, 6 o 7 veces, incluso la que le gané (en 2020 en Roma), fueron muy parejos. Pero él termina ganando. Estar cerca o no es igualmente una derrota. Mejor hacerlo bien contra alguien como Rafa, pero no encuentro la forma de escaparse, de ganarlo. Eso duele", dijo. El camino en este Roland Garros fue impecable hasta que se encontró al español. Cuatro victorias sin ceder un parcial. Primero fue el taiwanés Lu Yen-Hsun (680 del mundo que entró con ráking protegido); en segunda ronda, el esloveno Aljaz Bedene (n.56), en tercera, el alemán Kohlschreiber (n.132); y en octavos el también teutón Jan-Lennard Struff (n.42). "Hace 10 días tenía el objetivo de ganar un partido, no me imaginaba los cuartos sin perder un set. Necesitaba un torneo así, jugar bien, sentirme bien, encadenar partidos en un torneo. Va a servir para el futuro", concluyó. Schwartzman era el último representante argentino de los cuadros individuales en Roland Garros. Nadia Podoroska, que hace pareja con la rumana Irina-Camelia Begu en los dobles femeninos, es ahora la última superviviente albiceleste.