Tras un debut extraño ante el desconocido alemán Mats Moaring, en el que tuvo que cerrar la victoria en el desempate del segundo set y rompió una raqueta, Novak Djokovic demostró este jueves en su torneo, el segundo ATP 250 de Belgrado, que tiene ganas de desquitarse de la eliminación sufrida en la primera edición que tuvo lugar hace unas semanas. El serbio se metió en las semifinales con una soberana paliza al argentino Federico Coria, al que ganó por 6-1 y 6-0 en apenas 55 minutos.

Djokovic se enfrentará al viernes al eslovaco Andrej Martín con la idea de meterse en la final del evento que dirige su hermano Djordje, y que no le ocurra lo que le paso en abril en casa, cuando el ruso Aslan Karatsev le apeó en la penúltima ronda, una derrota que le provocó un enorme enfado.

A Federico, de 29 años y 96º del mundo, hermano pequeño del más exitoso Guillermo Coria, no le dio opción de intentar dar la sorpresa. El primer set lo abrió el número uno con un 4-0 y tras el 4-1 de su rival, le endosó un parcial de 8-0 para finiquitar el compromiso casi sin despeinarse. Djokovic perdió ocho puntos con su saque para un total de 22 en todo el encuentro. Es curioso que con ese contundente marcador ante un argentino supere a otro, Guillermo Vilas, con 952 victorias, como quinto clasificado en la lista histórica de la Era Open (desde 1968).

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