Dimitrov se carga a Thiem, favorito y finalista el año pasado
Dimitrov superó en tres sets, con rosco incluido en el último, a un Thiem extrañamente apático, que en 2020 fue finalista en Australia y campeón del US Open.
La parte alta del cuadro del Open de Australia va de bombazo en bombazo este domingo. Primero fue la clasificación para cuartos del ruso Alsan Karatsev, número 114º del mundo que nunca había jugado un Grand Slam y eliminó al 20º cabeza de serie, Felix Auger-Aliassime, después de haber eliminado al 8º, Diego Schwartzman. Y más tarde, Grigor Dimitrov, tan imprevisible como peligroso, apeó a uno de los grandes favoritos, el finalista de 2020 Dominic Thiem. El búlgaro, que hace dos años se cargó a Roger Federer en el US Open, ganó con una facilidad pasmosa (6-4, 6-4 y 6-0 en dos horas y un minuto), al austriaco, número tres del mundo, que estuvo extrañamente apático. "Ha sido una combinación de varias cosas, algunos problemas físicos, un día realmente malo y el hecho de que él es un gran jugador", dijo en rueda de prensa Dominic.
Quizá el cansancio de remontar un 0-2 contra el australiano Nick Kyrgios le pasó factura a Thiem. Aunque es cierto que no se le vio en una gran forma ni en el partido de exhibición de Adelaida, donde un Rafa Nadal ya lesionado de la espalda le ganó con comodidad, ni en la ATP Cup, en la que cayó en dos sets ante Matteo Berrettini. Thiem venía de un 2020 brillante en el que además de la final de Melbourne (cayó ante Djokovic), fue cuartofinalista en Roland Garros (le ganó Schwartzman) y campeón del US Open (venció a Zverev).
Ante Dimitrov, Dominic, un notable sacador, sólo ganó un 55% de puntos con primeros servicios y cometió 41 errores no forzados, muchos para tres mangas. El búlgaro, buen restador, le rompió siete veces el saque y sumó sólo 18 fallos no provocados. El caso es que a Grigor se le da bien jugar contra Thiem. Le ha ganado, con esta, cuatro veces en seis enfrentamientos, la primera en un major. Ahora se enfrentará al sorprendente Karatsev en cuartos, ronda a la que llega por cuarta vez en el torneo (fue semifinalista en 2017).