Pliskova se despide tras tirar un 5-0 en el segundo set
Pliskova, sexta favorita, cayó ante Muchova en dos sets (doble 7-5), pese a que el segundo lo dominada. Ganaron sin problemas Svitolina y Barty.
Karolina Pliskova, sexta favorita, hizo este viernes una pliskovada en la tercera ronda del Open de Australia. La checa, capaz de cosechar grandes victorias en torneos WTA, pero un desastre por lo que se refiere a los Grand Slams, tiró un 5-0 en el segundo set para entregarle en bandeja la victoria a su compatriota y tocaya Karolina Muchova, que tuvo el mérito de mantenerse siempre activa en el partido y ganó por un doble 7-5 en 1h:54. En el primer set, Muchova se adelantó en dos ocasiones (2-1 y 6-5) y Pliskova, que igualó la primera ventaja ya no pudo hacerlo con la segunda. Y después vino ese apagón tremendo cuando había abierto la segunda manga con dos quiebres y se hundió completamente, pese a tener dos bolas de partido con 5-4 al resto. Además, cometió 40 errores no forzados, con 10 dobles faltas. La vencedora, que llega a octavos por primera vez en el torneo, se medirá con la belga Elise Mertens, que ganó con más facilidades de las previstas a la suiza Belinda Bencic (6-2 y 6-1 en 62 minutos).
Otra favorita, la quinta, Elina Svitolina, no se enredó ante la menuda (1,63) pero combativa kazaja Yulia Putintseva, a la que ganó por 6-4 y 6-0 en 1h:23. La ucraniana empezó el partido con problemas, con un break en contra de salida, pero después reaccionó, le fue cogiendo el aire al encuentro y pasó por encima de su rival con un parcial de 9-0 desde el 4-3 para Putintseva. Elina, que ya había vencido a su rival en el mismo escenario hace seis años, ganó un 71% de puntos con segundos servicios y cometió 20 fallos, aunque sólo cuatro en la segunda manga. Se enfrentará en octavos a Jessica Pegula, la millonaria de nacimiento que es una de las sorpresas del torneo y se deshizo con extrema facilidad de la francesa Karolina Mladenovic (6-1 y 6-1 en 68 minutos). Pegula, hija de un exitoso empresario del sector del gas dueño de un equipo de NHL y otro de NFL en Buffalo, es la 61ª del mundo con 26 años y no había pasado de primera ronda en Melbourne. Su mayor éxito en un major fue alcanzar la tercera ronda del US Open el año pasado y en el torneo aussie aún no ha perdido un set y eliminó a Azarenka.
Brady, imparable
Jennifer Brady (22ª) sigue con su imparable marcha en el Open de Australia. La estadounidense, que no ha perdido ni un set y hasta este sábado no había cedido ningún punto de quiebre, ganó sin problemas a Kaja Juvan: 6-1 y 6-3 en 88 minutos). La eslovena de 20 años, que venía de la previa, tuvo el mérito de forzar a Brady al resto hasta tener ocho oportunidades de break y aprovechar una. Lo malo es que ella perdió cinco veces su saque. La americana se verá en octavos con Donna Vekic, que remontó (5-7, 7-6 (2) y 6-4 en 2h:36) ante la estonia Kai Kanepi, que había eliminado el jueves a la campeona Sofia Kenin. La croata levantó un 3-0 y un punto de partido en el décimo juego del segundo set.
Barty también cumple sin público
Sin el apoyo de los aficionados locales, la australiana Ashleigh Barty también fue capaz de ganar, y con bastante solvencia (6-2 y 6-4 en 70 minutos), a la rusa Ekaterina Alexandrova. Es la tercera vez, y de forma consecutiva, que la actual número uno del mundo se mete en octavos del torneo. El año pasado fue semifinalista. La tenista de Ipswich sólo cometió 19 errores no forzados y acabó el partido con su 14º golpe ganador, una volea de drive. En ambos sets tuvo que remontar un break de desventaja, pero no falló. Ahora se las verá con la estadounidense Shelby Rogers, que nunca había llegado tan lejos en el primer major del año y ganó para ello por 6-4 y 6-3 en 84 minutos a la estonia Anett Kontaveit, que era la 21ª favorita. Rogers reaccionó después de un mal inicio en el que encajó un quiebre, pero a partir de ahí no volvió a dar opciones de rotura a su rival.