Pedro Martínez remonta, Carreño barre y Ramos pierde
Martínez no dio tregua a Nishioka desde el segundo set 6-7 (3), 6-1, 6-1 y 6-1). Carreño dominó a Nishikori (7-5, 7-6 (4) y Ramos no pudo con Fritz (7-6 (6), 3-6, 6-2 y 7-6 (6)).
Pedro Martínez le ha cogido el aire a los Grand Slams desde que empezó a participar en ellos. El año pasado falló en el US Open, pero después llegó a la tercera ronda en Roland Garros y en el Open de Australia ha superado la primera este lunes ante un rival que no era nada fácil, el japonés y número 57 del mundo Yoshihito Nishioka. Y eso que el español dejó escapar un primer set que dominaba por 5-2 y que perdió en el desempaté. Aunque remontó con furia para ganar por 6-7 (3), 6-1, 6-1 y 6-1 en 2h:39.
Martínez, que se medirá el miércoles al sorprendente Emil Ruusuvuori, el finlandés que eliminó a Gael Monfils, jugó con agresividad (48 golpes ganadores) y falló menos que su rival (28-46), al que logró romper 11 veces el saque. Nishioka se desesperó hasta el punto de tirar la gorra, la raqueta y todo lo que tenía mano mientras juraba en japonés. A todo esto, Pedro respondió con serenidad para resolver la papeleta ante un jugador con mejor ranking que él, que es el 87º.
"El partido fue muy duro al principio", dijo Pedro, que confiesa que estaba "un poco nervioso" y que luego subió el nivel. "Para bien o para mal, a cinco set hay margen de maniobra", explicó el valenciano, que piensa que "hay pocos jugadores que puedan ganar rápido". Martínez se quejó del cambio de velocidad de las pistas: "Hace dos años estaban muy rápidas, el año pasado estaban perfectas, más lentas y más agradables para el público porque los puntos eran más largos y el saque no era decisivo. Otra vez este año está rápido. No me parece bien tanto cambio. Cada temporada debería ser igual, lo de ahora es excesivo". Sobre Ruusuvuori, el español dice que le conoce bien: "Me ha ganado en dos Challengers y es un jugador que le viene bien este tipo de pista, juega recto y es estable, le tengo que incomodar para que no juegue a gusto".
Carreño somete a Nishikori
Seguro que Pablo Carreño aún recuerda, y muchos aficionados también, el partido de octavos del Open de Australia de 2019 en el que la victoria se le escapó ante Nishikori cuando se había adelantado por dos sets a cero y una decisión polémica del juez de silla le llevó a perder los nervios en el desempate del quinto. El asturiano cayó, fue una derrota dolorosa. Dos años después, este lunes, el destino quiso que ambos se enfrentarán y Pablo se vengó a lo grande, con un triunfo incontestable en tres mangas ante el tenista japonés, un tanto venido a menos por culpa de las lesiones. El caso es que Carreño le dominó por completó hasta ganar por 7-5, 7-6 (4) y 6-2 en 2h:23. Nada que ver con aquella batalla de más de cinco horas. Carreño sacó bien (12 aces), jugó agresivo (39 winners) y rompió seis veces el saque del nipón. Con este triunfo, el español se enfrentará el miércoles al checo Jiri Vesely, adversarios asequibles después de una primera ronda envenenada que pasó con solvencia.
"Fue una victoria importante, aunque en un partido de menos calidad que el de hace dos años, porque ninguno de los dos estuvimos finos con el saque", reconoció Pablo, que también advirtió que las pista "están muy rápidas". "Se hace mucho daño con el saque, la bola resbala y es difícil jugar. Hay que estar atento e intentar dominar porque es muy difícil defender". Carreño aclaró que en la ATP Cup no tuvo una lesión durante la eliminatoria contra Grecia, sino "una sobrecarga fuerte" en la zona abdominal. "Empezamos la temporada en unas condiciones muy malas. Esta vez no lo he notado, pero me está costando sacar con coordinación y con velocidad. Espero ir a mejor y recuperarme de todo". Sobre Vesely, dice que es "incómodo, con un revés que se monta sobre la bola muy bien, aunque la derecha no la tiene tan natural. Habrá que moverle y marcar el ritmo del partido".
Ramos, frustrado ante Fritz
Albert Ramos no estuvo tan lejos de vencer a Taylor Fritz, pese a que al final perdió en cuatro sets, pero en dos de ellos no cedió hasta el desempate: 7-6 (6), 3-6, 6-2 y 7-6 (6) en 3h:23. El catalán cae por tercer año consecutivo a las primeras de cambio en el Open de Australia. En 2019 no superó la primera ronda de ningún Grand Slam y en 2020 sólo pasó a segunda en Roland Garros. Ramos sacó para ganar en el primer set ante Fritz, pero después no aguantó la presión del joven estadounidense de 23 años y 27º favorito, que se enfrentará el miércoles a su compatriota Reilly Opelka. A Albert se le escapó el partido, entre otras cosas, por los 71 errores no forzados que cometió.