Nuevo revés para los 72 confinados: pierden un día extra de entrenamiento
Los jugadores que estuvieron en contacto con algún caso positivo de COVID, entre ellos Alcaraz y Vilella, no podrán salir hasta la medianoche del último día de su cuarentena.
El fin de la cuarentena ha comenzado este jueves a las 18:00, hora australiana (08:00 en España), para los tenistas y sus acompañantes (960 personas en total) que llegaron a Melbourne el 14 de enero, y se prolongará hasta primera hora el domingo. La orden de salida se comunica con media hora de antelación a través de una nota deslizada por debajo de la puerta de las habitaciones. Pero, según indica The Herald Sun, no todos han podido abandonar los hoteles oficiales de inmediato y eso ha provocado un nuevo enfado entre los 72 que permanecen totalmente confiados por haber estado en contacto con un caso positivo de COVID.
Este numeroso grupo, que no ha disfrutado de las cinco horas de libertad para salir a entrenarse, no podrá abandonar sus alojamientos hasta la medianoche del día que les corresponda terminar la cuarentena. Por ello perderán un día extra de entrenamiento para preparar alguno de los torneos que arrancan este domingo en la capital del estado de Victoria. Es el caso de los españoles Carlos Alcaraz y Mario Vilella.
Las reacciones no se han hecho esperar. Tennys Sandgren, que viajó desde Los Ángeles tras haberse recuperado del coronavirus, en uno de los aviones donde se registraron positivos en personal relacionado con el tenis, grabó un vídeo en el que se lamenta sarcásticamente de este retraso. "Me acabo de enterar de que no podremos salir de la habitación hasta la medianoche, lo que nos dejará cerca de 15 días en esta habitación", dijo. “También es otro día en el que no podemos practicar. Eso nos deja sábado, domingo y lunes antes jugar un partido el martes, un partido de tenis competitivo. Después de 16 días libres tenemos tres días de entrenamiento y luego un partido de tenis. Me llamo Tennis Australia y molo mucho".
Badosa, hasta la semana que viene
Paula Badosa, la única jugadora que dio positivo por coronavirus, tendrá que permanecer, igual que su entrenador, Javier Martí, en el hotel medicalizado y sin apenas servicios en el que está encerrada hasta la semana que viene. Y es que a ambos les afectó la cepa británica. La australiana Ellen Perez, que se incorporó tarde a la cuarentena desde fuera del país, también alargará su encierro. La española no podrá participar en alguno de los tres torneos WTA 500 que arrancan este domingo y preparará con muy pocos días de antelación el Open de Australia. El resto de los jugadores tendrán que presentar todos sus test negativos antes de salir de sus hoteles y después podrán elegir si permanecen en los mismos o cambian de alojamiento. Los contagiados, entrenadores en su mayoría, deben estar asintomáticos para poder salir. Los 72 confinados necesitan una carta de autorización del Gobierno de Victoria. Estos, como compensación, tendrán acceso prioritario a las pistas de entrenamiento incluso de madrugada y retrasos en su participación en el orden de juego de los torneos. Sin embargo, hay una persona contagiada que ya salió, el técnico de Lauren Davis, Eddie Elliot. Un hecho que ha enfurecido al resto, aunque las autoridades aclaran que tras 10 días sin síntomas no se le considera como una fuente de contagio.