Nada más terminar su partido contra Dellien en la previa del Open de Australia, Carlos Alcaraz atendió a AS vía Teams para hablar de sus aspiraciones y de la calma con la que se toma el éxito de entrar en un Grand Slam.

Después del primer partido de la previa habló de que hacer las rutinas que preparó con su entrenador y su psicóloga le ayuda mucho ¿Cuáles son?

Se trata de manejar bien la respiración y mantener la calma para no venirme abajo después de cometer errores de los que duelen o en momentos de tensión. Tener una pauta de respiraciones ayuda mucho.

¿Qué es lo que más ha mejorado en su tenis?

Creo que la actitud. Mantenerme no frío, pero calmado en los momentos tensos. Antes me costaba mantener la calma y ahora lo estoy logrando.

¿Sabe lo que le espera en Melbourne?

Estaré dos semanas de cuarentena y sólo podré salir de la habitación cinco horas al día, pero no sé mucho más, eso lo maneja Juan Carlos (Ferrero).

¿Qué le dijo su entrenador tras ganar a Dellien?

Estaba muy contento, nos animamos los dos, nos dimos un abrazo…

Él era más mayor cuando llegó a su primer Grand Slam…

Sí, me ha contado alguna anécdota y tiene muchísimas cosas que decirme que serán muy importantes para mí, porque las vivió y ahora me toca a mí.

¿Cree que ya puede competir contra cualquiera?

Creo que tengo el tenis y diría que la madurez para enfrentarme a cualquier jugador. Intento manejar lo mejor posible las situaciones y me va bien.

Sube seis puesto en el ranking (hasta el 135) y si avanza en Australia puede acabar más arriba. ¿Piensa mucho en el ranking?

No miro mucho los puntos, lo tengo apartado. Voy a Australia para mejorar y crecer como jugador y como persona. No debo ir muy rápido. Lo que venga, bienvenido sea, pero si no, aún tengo mucho margen.

¿Le agobian las expectativas?

No, porque no les prestó atención.

¿De quién se acuerda en este momento?

De toda la gente que me apoya en Murcia y en la Academia Equelite, de mi familia, amigos, mi novia…

¿Esto cambia sus sueños?

Mis sueños son ganar un Grand Slam y ser número uno del mundo, así que no lo he conseguido todavía… (sonríe).