Pocas conclusiones se pueden extraer de un duelo prometedor que finalizó antes de tiempo. Pablo Carreño y Gael Monfils se enfrentaban en la primera ronda del ATP 500 de Viena en uno de los duelos más atractivos de la jornada, pero terminó de forma repentina debido a la retirada del francés por problemas físicos. El hombro derecho de Monfils tuvo la culpa, ya que ni la ayuda del fisioterapeuta pudo calmar los dolores en su articulación.

Antes de eso, el asturiano ya mandaba en el partido con comodidad, pero en un tipo de pista tan afín al francés como la del torneo austriaco (dura a indoor) se esperaba mucha más igualdad. Pablo dominó a placer desde el fondo de la pista y desactivó por completo los planes de Monfils. Tras un contundente 6-1 en contra y ceder su primer servicio de la segunda manga con una doble falta, el francés dijo 'basta'.

"No ha sido un partido realista. En este tipo de superficie es muy dificil competir. Hice lo mío con el servicio y cogí ventaja cuando tuve la oportunidad", confesó Carreño al término del partido para los micrófonos del torneo. Poco rodado pero con paso firme llega el asturiano a los octavos de final del torneo, donde se enfrentará con un cañonero como el sudafricano Kevin Anderson, que eliminó en tres sets a Dennis Novak: 6-7, 6-4 y 7-6.

Resto de la jornada

El resto de la jornada dejó contrastes en los resultados de dos de los favoritos. Andrey Rublev hizo los deberes y derrotó sin apuros a Gombos (6-3 y 6-2), mientras que Denis Shapovalov protagonizó el batacazo del día al caer a las primeras de cambio ante el 153º del mundo, el local Radionov (6-4 y 7-5). Por su parte, Borna Coric venció en un apretado encuentro a Taylor Fritz: doble 6-4.