Dominic Thiem protagonizó una de las grandes sorpresas en el Masters 1.000 de Cincinnati después de caer en su debut ante el serbio Filip Krajinovic y, de esta forma, despedirse a las primeras de cambio en la primera competición oficial tras el parón por el coronavirus.

Thiem se sinceró tras su derrota y admitió las dificultades que tuvo a la hora de restar. "Nunca sentí la pelota y era incapaz de encontrar la posición para restar. Estuve jugando con mucha presión en sus juegos. Fue un partido horrible por mi parte. No jugué bien y no tuve ritmo. Sentía que no podía ganar ningún punto al resto".

El austricao lamentó los problemas que tuvo y no se explica qué es lo que le pudo ocurrir en el partido. "No es fácil devolver el servicio de Filip. Fallé al buscar el tiempo y la posición correcta para restar. Los problemas también siguieron con mi saque. Eso me hizo perder confianza y aumentaron mis errores. La presión fue en aumento y eso provocó mis números horribles. No entiendo qué pudo pasar, pero lo pensaré y espero encontrar la respuesta en los próximos días".

Pese a este contratiempo Thiem espera redimirse la próxima semana en el US Open (31 agosto - 13 septiembre). "Suelo jugar bien en Nueva York y espero que este año sea mejor. Intentaré dejar atrás esta derrota y empezar de cero la próxima semana. Las condiciones son distintas a las que teníamos en Australia. Las pelotas son distintas y la pista también. Hay mucha humedad pero creo que puedo soportarlo".