Noah completa el círculo
De los cuatro grandes torneos, sólo se les resistía uno a los tenistas negros, que era el Abierto de Francia, más conocido como Roland Garros. El destino quiso que ese privilegio le estuviera reservado a un jugador local como el francés Yannick Noah, que en 1983 se convirtió en el primer tenista negro (y único hasta la fecha) en ganar la Copa de los Mosqueteros. Lo consiguió a lo grande, derrotando en la final al vigente campeón, Mats Wilander, por 6-2, 7-5 y 7-6. Desde entonces, ningún francés se ha vuelto a coronar en la arcilla parisina.