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TENIS

Carlos Moyá: "Nadal era reacio a cambiar su juego"

El exnúmero 1 comenzó su andadura como entrenador de Rafa en 2017 e introdujo modificaciones en su juego, sobre todo en el saque.

Nadal ejecuta un saque ante la atenta mirada de Carlos Moyá.
William WestAFP

La constancia ha sido una de las principales virtudes de Rafa Nadal a lo largo de su carrera deportiva. Una evolución permanente en su estilo de juego que le ha llevado a conquistar la friolera de 19 Grand Slams, situándose sólo a uno del récord absoluto que posee Roger Federer (ausente lo que resta de curso por su rodilla). Y sin duda, una de las facetas que más ha mejorado el de Manacor ha sido el saque, convirtiendo una pequeña carencia en un arma letal que le ha permitido dosificarse en los últimos años para conquistar dos US Open de las últimas tres ediciones.

La evolución no ocurrió por casualidad, y tampoco se entiende sin la figura de Carlos Moyá. El exnúmero 1 del mundo y amigo del propio Rafa tomó las riendas de su entrenamiento en 2017 en sustitución de su tío, Toni Nadal, y aunque los cambios pronto dieron sus frutos, el comienzo no fue nada fácil. "Mi ejercicio favorito con Rafa era que jugara contra dos. Fue lo suficientemente humilde como para darse cuenta de su debilidad o qué podía mejorar. Y esa es la clave. Le habíamos estado diciendo durante un año que su servicio tenía que ser mejor, pero él era reacio a cambiar algo", confesó Moyá en una entrevista con la presentadora Annabel Croft.

Pero tal y como relató el balear, Nadal entendió rápidamente que debía asumir los cambios en el saque para mejorar: "Luego fue él quien dijo: 'Está bien'. Justo después de ese momento, intervenimos. Ser agresivo no se trata de golpear duro, también se trata de posicionarse en la cancha. Ser agresivo se trata más de tener en mente que puede dar un paso más cerca de la línea de fondo. Estaba muy ansioso por cambiar su servicio después de un año cuando estaba con él".

Por último, Moyá confesó que los últimos problemas que Rafa tuvo en la rodilla motivaron esa necesidad de cambiar su estilo de juego: "Se lastimó la rodilla y se dio cuenta de que era el momento de intentarlo. Vimos cómo no encontró la manera de mantener el mismo movimiento. Lo cambiaba cada 2-3 meses y se dio cuenta de que necesitaba modificar su servicio para ser un mejor jugador. Creo que valió la pena. Su velocidad de la pelota es muy alta y podemos cambiar la dirección de lado a lado. Hacemos los ejercicios de 'jugar contra dos' todos los días. Conmigo y un compañero de sparring". A tenor de los resultados, los consejos de Moyá y la sabia interpretación de Nadal resultaron una unión de lo más exitosa a la que todavía le queda recorrido...