Muguruza alza el vuelo para entrar en las semifinales
Muguruza, fantástica, ganó en dos sets a Pavlyuchenkova, a la que prepara su exentrenador, Sam Sumyk, y se enfrentará a Halep el jueves en semifinales.
Ni los más optimistas esperaban una actuación tan brillante y sólida de Garbiñe Muguruza en el Open de Australia. Probablemente, ni ella misma. Parecía muy pronto para que el efecto del cambio de equipo con la llegada de Conchita Martínez tuviera un efecto positivo en la jugadora española tras dos años casi perdidos pese a su privilegiado físico y su talento para el tenis. Pero parece que cada vez que las dos se juntan pasan cosas buenas. Se vio hace tres años en Wimbledon, cuando Garbiñe levantó el título. Y ocurre otra vez en Melbourne. Este miércoles ganó en dos sets (7-5 y 6-3 en 1h:33) a Anastasia Pavlyuchenkova y alcanza por primera vez a las semifinales del torneo, que son las quintas en Grand Slams. Hace 20 años que ninguna española llegaba tan lejos en el torneo y la última fue, precisamente, Conchita Martínez, que ahora entrena a Muguruza.
El hecho de que su exentrenador, Sam Sumyk, estuviera en el box de su oponente, no pareció turbarla. De menos a más, se alzó para obtener su victoria más importante en mucho tiempo y entrar en la penúltima ronda, en la que se enfrentará el jueves (05:30, Eurosport) a Simona Halep, que arrasó a Anett Kontaveit (doble 6-1 en 53 minutos). “Tengo que estar preparada y me gusta no tener que esperar un día más para jugar. Va a ser un partido duro”, dijo la caraqueña en la pista sobre una rivalidad que domina por 3-2, las tres victorias sobre pista dura.
De inicio las dos fueron un manojo de nervios. Garbiñe no metió muchos primeros y eso le impidió dominar con su saque, así que lo perdió pronto, en el tercer juego. Lo bueno para ella es que su rival tampoco estuvo para tirar cohetes al servicio y pudo recuperarse del quiebre enseguida. De hecho, lo hizo dos veces. En otras facetas, como el revés, algunos drives planos y cierta pericia para restar, Pavlyuchenkova se mostró más peligrosa. Pero le castigaron mucho las dobles faltas. Sobre todo las tres que encadenó en el duodécimo juego, el que le dio el primer set a Muguruza, que sin rayar a gran altura lució un tenis variado y no se descompuso en ningún momento.
La caraqueña necesitaba mejorar al servicio y no lo hizo en el primer juego del segundo parcial. Perdió su turno y como había ocurrido en la primera manga, recuperó el break de inmediato. A partir de ahí sacó mejor y eso le permitió restar con más tranquilidad e intención. Además, Pavlyuchenkova cayó otra vez en el pozo de las dobles faltas y con una de ellas le entregó el sexto juego a Garbiñe. Con 4-2, la española no se enredó, consolidó la rotura y con su último saque y una volea estupenda abrochó un gran triunfo.