Nadal hace de tripas corazón y vence a Stan Wawrinka
Rafa Nadal ganó a Wawrinka (victoria 50 del curso) pese a jugar con problemas estomacales y ya está en cuartos. Se medirá este viernes con Tsonga.
Contra todo y contra todos. Así gana muchas veces Rafa Nadal. Esta vez el estómago le jugó una mala pasada y aún así se deshizo del renacido Stan Wawrinka en dos sets (doble 6-4 en 1h:27). Sin completar un gran partido y con esos molestos problemas, el balear hizo de tripas corazón para meterse en cuartos de final del Masters 1.000 de París. Ahí, este viernes en el turno de noche (a partir de las 19:30 en horario por confirmar), jugará contra uno de los ídolos locales, Jo Wilfred Tsonga, que remontó ante el alemán Struff y lo celebró como si hubiera ganado el torneo (2-6, 6-4 y 7-6 (6)). Fue la victoria 50 del manacorí en lo que va de temporada. Es la undécima vez que alcanza esa cifra en un mismo curso y su porcentaje de triunfos es muy alto: 89,3%. La próxima jornada será clave en la pelea por el número uno, porque Djokovic tiene una difícil papeleta contra Tsitsipas, que ya le ha vencido dos veces. Si pierde y Nadal pasa, este dependerá ya de sí mismo para cerrar el 2019 en el trono del tenis mundial.
Wawrinka sacó mejor que Nadal en el primer set, pero sin demasiado sentido, sin un plan trazado como el que tuvo el miércoles Mannarino con sus servicios abiertos y los cambios de dirección. Así, el helvético no obtuvo tanto rendimiento en esa faceta del tenis, sobre todo con primeros (con segundos ganó un 78% de los puntos). Al resto estuvo mejor, leyó bien las bolas con efecto que le llegaron y puso contra las cuerdas al español dos veces, en el segundo y en el octavo juego. Rafa salvó las dos bolas de quiebre y entremedias rompió el saque de su rival para ponerse 2-1 arriba y aguantar la ventaja con una fórmula clara: imprimir la máxima potencia a sus golpes. Casi sin despeinarse se llevó el primer parcial.
Después salió a intentar quebrar a la primera y tuvo un jugoso 0-30 que no supo aprovechar. Había que remar un poco más, con paciencia, para meterse en cuartos de su torneo maldito. Le ayudó hacer algún punto nadaliano, como el ganador de drive que sumó tras responder a un remate para apuntarse el cuarto juego de la segunda manga. Pero vinieron esos problemas en la tripa y pidió tiempo muerto médico. "Necesito algo para el estómago", le dijo al galeno. Y tras tomarse el fármaco que le dio encajó un juego en blanco que lejos de ayudar a Wawrinka, le despistó. Porque Rafa le devolvió el rosco y se fue a por él. Le hizo el segundo break y lo consolidó con su saque para ganar el partido. Así de fácil y al mismo tiempo tan difícil. Este viernes le espera Tsonga y el número uno al final de 2019 lo tiene cada vez más cerca.