Roger Federer no estuvo este lunes ante un partido cualquiera. El suizo disputó en su Basilea natal el partido número 1.500 ATP de su carrera y lo hizo con triunfo. Federer no dio lugar a la sorpresa y arrancó con buen pie el camino hacia su décimo título en el torneo suizo frente a Peter Gojowczyk: 6-2 y 6-1 en sólo 52 minutos de partido.

Roger Federer

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El duelo llevó el ritmo habitual que imprime el suizo a su juego. Pocos intercambios desde fondo de pista y puntos cortos, siempre apoyándose en el servicio. Todo era igualdad con el saque hasta que en el cuarto juego apretó Federer con restos profundos y tiros ganadores de todos los colores: derecha cruzada, revés paralelo... Con el break en el bolsillo (y en blanco), el de Basilea no dejó escapar su ventaja para cerrar el primer parcial con una nueva rotura en el último juego: 6-2.

El 'Expreso Suizo' arrancó el segundo set de la misma manera que acabó el primero (en 22 minutos), en modo arrollador. Aplacó una mínima rebelión de su rival gracias a un gran saque y a un sensacional remate en la red, y a partir de ahí parecía que acabaría el encuentro. Pero Roger se complicó la vida con el servicio al firmar varios errores no forzados que dieron opción al alemán de engancharse al partido. Pero nada más lejos de la realidad. Federer imprimió una marcha más para hacer un contrabreak, ponerse 3-1 arriba y sellar el triunfo con el saque. En octavos de final, el ídolo de Basilea se enfrentará el próximo miércoles al ganador del duelo entre Albot y Lajovic.