Medvedev exige un Big Four
Daniil Medvedev ajustició a Zverev para levantar su cuarto título de la temporada en una racha de 29-3 desde Wimbledon, nueve victorias consecutivas y 18 sets ganados.
Con permiso de los tres grandes por orden de ranking, Djokovic, Nadal y Federer, Daniil Medvedev es el jugador en mejor forma del circuito, porque apenas falla y lo juega todo con un aplomo tremendo. Este domingo en la final de Shanghái pasó por encima de Alexander Zverev (6-4 y 6-1 en 73 minutos), la perla alemana a la que ha pasado por la derecha para reclamar, spodría decirse incluso exigir un nuevo Big Four.
A Zverev, que venía de eliminar precisamente a Federer con muy buen juego en cuartos, le destrozó Medvedev con ese tenis seguro e implacable que le ha granjeado el sobrenombre de Roca. Empezó los dos sets de la misma manera, con un 3-0 de salida. En el primero el alemán fue capaz de reaccionar y nivelar el partido, pero después tiró por la borda la remontada con dos dobles faltas seguidas en el décimo juego. En la segunda manga, Sascha no pudo acortar tras encajar el primer quiebre y se vio con un 5-0 demoledor en contra ante el que ya no pudo hacer nada.
"Esto es asombroso, si me lo hubieran dicho antes no me lo hubiera creído. Shanghái es uno de los Masters 1.000 más prestigiosos. Si miras los nueve últimos años, sólo lo han podido ganar tres jugadores (Murray, Djokovic y Federer, el primero en 2009 se lo llevó su compatriota Nikolai Davidenko). Es especial estar en ese palmarés", dijo Daniil tras su éxito. "No celebro demasiado mis victorias, procuro estar calmado y hacer mi trabajo. No muestro muchas emociones en la pista, es mi estilo, pero estoy feliz". Así es Medvedev, una estrella que parece que llega para quedarse, aunque pueda costarle defender todo lo que lleva ganado este curso y manejar la acumulación de torneos y partidos. Tareas que son más fáciles con 23 años. En Shanghái ha florecido de nuevo con Zverev, Tsitsipas y Berrettini, otros jóvenes que reclaman su sitio en la cúspide del tenis, que tratan de eludir la sombra de un Big Three que no ha triunfado en Shanghái por la ausencia de Nadal y las derrotas de Djokovic y Federer.