"Es un partido para el recuerdo, pero yo trataré de olvidarlo"
Tras su derrota en la final de Wimbledon, Roger Federer se mostró orgulloso de su juego, pero reconoció estar decepcionado por el resultado.
Aunque estuviera orgulloso por su juego valiente y de ataque en un partido en el que colocó 94 golpes ganadores (25 de saque directo) y subió 65 veces a la red (“Estoy muy contento con mi rendimiento”, dijo aún en pista), Roger Federer no pudo ocultar su pesadumbre por “una increíble oportunidad perdida”. “Es algo que no puedo creerme”, dijo el suizo tras su derrota en la final ante Djokovic tras desperdiciar dos bolas de partido, una circunstancia que ya había vivido dos veces contra el serbio en Grand Slams, aunque no en el partido por el título, sino en las semifinales del US Open de 2010 y 2011. “No sé si perder por un triple 6-2 es mejor que esto. Al final, no importa. Puede que te sientas más decepcionado, triste o enfadado. No sé lo que siento ahora”, se sinceró Roger en la sala de prensa.
“Fue un partido que se recordará durante mucho tiempo, pero yo trataré de olvidarlo lo más pronto posible. Ha sido un encuentro muy duro, muy largo”, había dicho antes en la ceremonia de entrega de trofeos. “Tengo que hacer creer a todo el mundo que los 37 no son una mala edad”, bromeó, pero admitió que la derrota es un varapalo para él: “Di todo lo que pude. Tardaré un tiempo en recuperarme, también psicológicamente”.
Después, más frío, rebajó su discurso: “Intentas olvidar y coger las cosas buenas, que son muchísimas. Es como en 2008. Volveré a verlo y pensaré que no estuvo tan mal después de todo. Por ahora duele, como debería, como cualquier derrota aquí. Fue sido un final épico, ajustado. Claro que hay similitudes con aquella final (contra Nadal), pero hay que rebuscar. Perdí las dos veces, esa es la única que veo en este momento”.
Federer se ha estancado desde que ganó el Abierto de Australia en 2018. El logrado en Wimbledon es su mejor resultado desde entonces, porque el año pasado no jugó en Roland Garros, cayó en cuartos del grande británico y en octavos del US Open. Ya en 2019, no pasó de esa ronda en Melbourne y perdió contra Nadal en las semifinales de París. Ahora quiere mirar hacia adelante: “Soy muy fuerte a la hora de pasar página, porque no quiero estar deprimido por lo que fue en realidad un grandísimo partido de tenis”.