Evans hace sudar a Federer, que estuvo atento en los desempates
Evans, que hace dos años llegó a octavos de final tras eliminar a Marin Cilic y fue sancionado por consumo de cocaína, estuvo de cerca de ganar los dos primeros sets.
Roger Federer nos tiene acostumbrados en los últimos años a comenzar al ralentí en los Grand Slams. La edad no perdona, y a sus 37 años el suizo no puede gastar demasiadas fuerzas en las primeras rondas si quiere ser competitivo en la última. Esa táctica, que complementa con días libres de entrenamientos, a veces tiene consecuencias cuando surge un rival entusiasta que le planta cara, como ha hecho este miércoles el peculiar Dan Evans.
Famoso por llegar a octavos de final hace dos años, precisamente en el Abierto de Australia, tras apear a Cilic con una camiseta blanca sin patrocinador comprada por 15 euros, y más tristemente por dar positivo por cocaína y ser sancionado, el británico estuvo cerca de ganar los dos primeros sets ante el que muchos consideran el mejor jugador de todos los tiempos. Pero como en esa película que ya hemos visto muchas veces, Federer no se despistó en los desempates y sentenció con más tranquilidad en el tercer set. Al final, 7-6 (5), 7-6 (3) y 6-3 en 2h:35.
Sea como fuere, SIr Roger lleva ya 96 victorias, más que nadie en la Era Open (desde 1968), en el grande aussie, un torneo en el que siempre ha pasado a la tercera ronda. El saque (84% de puntos con primeros) y los golpes ganadores (56) mantuvieron a flote a Federer ante un rival que jugó con valentía y en ocasiones con una clase que imitaba a la del maestro. Ambos pegan el revés a una mano, por ejemplo. Pero de tanto bregar, acabó derrengado. El helvético espera rival: Monfils o Fritz.