Melbourne, además de sede del Abierto de Australia, es también el lugar donde se cuece el futuro del tenis. Hace escasos días se anunció que Sídney y Brisbane, además de una tercera ciudad, serán las sedes de la primera Copa ATP en enero de 2020. Es decir, la competición ideada por el circuito para competir con la nueva Davis auspiciada por el Grupo Kosmos de Gerard Piqué (que vivirá, en noviembre de 2019, su primera fase final en Madrid). En las antípodas, representantes de ATP, Federación Internacional (ITF) y Kosmos seguirán madurando un posible pacto para evitar la colisión. “Si todos cedemos un poco, habrá acuerdo y solo un torneo mayor por países”, explicaba Javier Alonso, director ejecutivo de Kosmos hace poco.

¿Cómo se ve desde las federaciones esta lucha? Responde Miguel Díaz, presidente de la Española: “A día de hoy, una federación nacional no recibiría nada de la ATP”. En la Davis, la RFET ya tendrá de entrada 260.000 euros por la participación de la Selección y hasta un millón si es campeona. Los tenistas recibirían premios aparte, que doblan estos montantes.  “Además, si no se cuenta con nosotros, la Copa ATP no dejará de ser un evento de exhibición, sin oficialidad. El himno y la bandera dependen de los países. No tendría un respaldo legal. Extraña que haya lanzado esto la Federación Australiana (organizadora con ATP) sin contar con el resto”, se queja Miguel Díaz.

De fondo, late también la clasificación para Tokio 2020. La ITF exige haber disputado un mínimo de tres eliminatorias en el ciclo, y una de ellas en 2019 o 2020 (con alguna excepción como lesiones largas o acumular 20 convocatorias). “Aunque la ITF está estudiando alguna variación porque ahora hay menos semanas de Davis, seguirá siendo obligatorio jugarla”, advierte Díaz. En ese sentido, Novak Djokovic, como presidente del Consejo de Jugadores, ha confirmado el envío de una carta al Comité Olímpico Internacional firmada “por el 70% de los tenistas del top-20” reclamando cambios. “Debería haber más opciones que jugar la Davis”, amenaza el serbio.