Djokovic fulmina a Ramos y sigue afinando su nuevo saque
El serbio, con molestias en la cadera y el codo protegido, no dio opción al español, al que hizo correr todo el tiempo detrás de la pelota. Se enfrentará a Chung en octavos.
Aún no es el Novak Djokovic número uno, el seis veces ganador del Abierto de Australia, pero las sensaciones que está dando este año en el torneo son buenas y esperanzadoras. Aunque anda justito de físico, sus mecanismos recuerdan mucho a ese gran jugador que fue y aspira a ser de nuevo. Que se lo digan a Albert Ramos, que le sufrió en su época de máximo esplendor y no ha podido vencerle nunca, ni siquiera el año pasado cuando regresó a las pistas después de una de sus, últimamente, frecuentes lesiones.
Esta vez tampoco fue una excepción. Djokovic, con molestias en la cadera y el codo protegido con un manguito, fulmino al español (6-2, 6-3 y 6-3), un luchador al que tuvo corriendo detrás de la pelota todo el partido. Ramos tuvo opciones de romper el servicio de Nole, hasta seis, pero no las aprovechó y la solidez del balcánico hizo el resto. Bien plantado sobre la pista cambió direcciones, sobre todo con el revés, y se defendió bien cuando hizo falta. Al catalán, que en su día pudo con Federer (1-1) y con Murray (1-1), se le atragantan Djokovic (0-5) y Nadal (0-4) en el famoso Big Four.
Al final el primer set se vio como The Djoker se quejaba de la pierna izquierda. Pero el problema venía de la cadera y mediada la segunda manga pidió un tiempo muerto médico para que le dieran un masaje. Se recuperó y el dolor no pareció afectarle ("Estoy bien, no es nada serio", aclaró después), porque no dejó que Ramos lo aprovechara en ningún momento. Colocó 37 golpes ganadores y aunque cometió 40 errores no forzados casi nunca perdió la iniciativa. Se enfrentará ahora a Chung, el coreano que eliminó a Zverev.
El saque 2.0
Es sabido que Djokovic se ha visto obligado a variar la técnica de su saque, un mecanismo repetido miles de veces que no es nada fácil modificar sobre la marcha, especialmente cuando un jugador es veterano. Nole tiene 30 años y lo está consiguiendo. Para evitar que se reproduzca el dolor que le mantuvo de baja seis meses, ha variado el movimiento del brazo derecho al servir. Antes sacaba más la articulación para hacer el habitual movimiento rotatorio que utilizan la mayoría de jugadores, con una trayectoria más larga antes de golpear la bola. Ahora, recoge el codo y reduce el tiempo de su ademán, lo hace más rápido y directo para no cargar de trabajo esa parte del cuerpo que le ha dado problemas (ver gráfico).
La precisión no es mayor (63% en el torneo), pero para tratarse de un cambio complicado, no está nada mal el 76% de puntos que gana con su primer servicio. Con el segundo obtiene un 54%. Lo importante es que hasta ahora ha sumado el 91% de sus saques (40/44), es el décimo mejor en ese apartado.