Épico Nadal: sufre ante Cuevas y en cuartos le espera Krajinovic

Rafa Nadal no descansa. El miércoles aseguró el número uno hasta final de año tras ganar al coreano Chung en un partido más duro de lo que esperaba y este jueves ha tenido que sudar aún más para superar a Pablo Cuevas en tres sets (6-3, 6-7 (5) y 6-3) y dos horas y 20 minutos. El español quiere ganar el Masters 1.000 de París, uno de los tres que no figuran aún en su palmarés (Miami y Shanghái son los otros), y por eso no afloja. Ni siquiera después de atar por cuarta vez en su legendaria carrera un hito tan importante ni por las molestias físicas que arrastra en la rodilla derecha (en la tercera manga jugó con un vendaje).

Ante el uruguayo, coetáneo suyo (31 años) que le hizo partido gracias al acierto inicial con el saque (11 aces) y a la creciente debilidad del propio Nadal (41 errores no forzados), el balear tuvo que tirar de su fondo de armario y acortar los puntos para sacar adelante un partido en el que no se lo estaba pasando nada bien. Tras apuntarse el primer parcial con cierta facilidad y amagar con llevarse el segundo por la vía rápida, Rafa cedió el empate en el tie-break y se vio obligado a jugar con mucho oficio a partir de entonces con su rodilla cargada.

Cuevas, que había regalado al respetable un precioso willy ganador de cara a la red, intentó desgastar al líder de la ATP, pero acabó pagando su insistencia en forzar el movimiento con varios errores en la manga definitiva. Mediado el set se torció el dedo gordo de la mano izquierda. Así, en mitad del sufrimiento que se vivía en ambos lados de la pista, Nadal pudo romper dos veces más el hasta entonces estable servicio de su rival y encaminarse hacia su 67º triunfo en 2017, el 40º en pista dura. Y eso que el charrúa se lo puso bien difícil. 

El caso es que ya está en cuartos y se medirá este viernes con el semidesconocido Filip Krajinovic, serbio de 25 años y 77 del mundo, que ha llegado lejos desde la previa tras eliminar a Sugita, Querrey y Mahut. Rafa nunca se ha enfrentado a él. Habrá que ver cómo evoluciona esa rodilla que le preocupa.