Nadal ante Federer, duelo por la corona de Shanghái
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Rafa Nadal jugará este domingo (10:30, Movistar Deportes 2) por conquistar Shanghái, una de las plazas que se le resiste. Uno de los tres Masters 1.000 que no tiene en su palmarés, junto a Miami y París-Bercy. La joya de la corona de Asia, la futurista ciudad en el delta del Yangtsé, puede ser también suya después de derrotar a Marin Cilic por 7-5 y 7-6 (7/3) en 2h 11. Pero para ello tendrá que superar la última frontera del año de su reinvención: Roger Federer.
Y es que el suizo, con 36 años, es la piedra en el camino del español este año. El primero volvió en 2017 tras una lesión de rodilla de seis meses y el segundo, después de tres parado por la muñeca izquierda.
Cuando casi nadie contaba con ellos, acabaron jugando la final de Australia. Se la llevó el de Basilea, como los octavos de Indian Wells y el título de Miami. Encadena cuatro victorias seguidas el campeón de 19 grandes, que llegó a la final de Shanghái tras derrotar a Juan Martín del Potro (3-6, 6-3 y 6-4), que horas antes no sabía si jugaría por un traumatismo en la muñeca izquierda.
En su semifinal, Nadal liquidó al número cinco del mundo, un superespecialista en pista dura. En el primer set, el croata tuvo tres bolas de set al resto con 5-4. Puso a Nadal contra las cuerdas. Pero el español, desatado, salió como un escapista. Neutralizó esos tres golpes y fue él que arrebató el saque de Cilic.
En el segundo, se sucedieron los breaks… La tensión cortaba. Con 5-4, el número uno desperdició una bola de partido. Y tuvo que irse al desempate. Como casi siempre últimamente, lo gobernó.
Nadal, con 31 años y tras dos temporadas complicadas, jugará su décima final de un año en el que ya acumula seis títulos. Sus buenas prestaciones en pista dura, donde lleva 16 triunfos seguidos, le colocan en disposición de encadenar victorias en tres torneos (US Open, Pekín y Shanghái) sobre la superficie más complicada para él, algo que no ocurre desde 2013. “Estoy un poco cansado, pero disfrutando de un momento fantástico”, dice. Para conquistar la corona de Shanghái tendrá que traspasar su última frontera este año: Roger Federer. El número uno contra el número dos. Incombustibles.