Muguruza remonta con bravura ante la pegadora Kontaveit

Ella dice que no importa haber sido campeona en 2016, pero en la pista se está comportando como tal. Sabiendo sufrir, sin desesperarse más de la cuenta y sin perder la compostura, Garbiñe Muguruza ha ganado en un partido muy duro a la estonia Anett Kontaveit. Para hacerlo tuvo que remontar después de perder en el tie-break un primer set que se le puso cuesta arriba (4-1 en contra): 6-7 (4), 6-4 y 6-2. La española se enfrentará en tercera ronda a la kazaja Yulia Putintseva, número 29 del mundo que ganó a la sueca Johanna Larsson por 6-3, 1-6 y 6-3.

Se trataba de ponerse el mono de trabajo y agachar el lomo para intentar responder al aluvión de golpes ganadores que le cayeron sobre todo en las dos primeras mangas (29 para un total de 36). Poco a poco fue encontrando su juego a la vez que disminuía la precisión de Kontaveit, que arriesgó mucho durante todo el encuentro. Por momentos, la potencia y la velocidad de los intercambios eran más propias de un duelo del cuadro masculino. En los cinco primeros juegos, Kontaveit ya había conectado 10 winners. Le entraba todo. Garbiñe no se lo podía creer y le costó reaccionar, pero al contrario que en otras ocasiones, confío en su capacidad y se dio cuenta de que era mejor jugadora que su rival. Estaba avisada, en Stuttgart, este mismo año, Anett la había ganado por sorpresa. Aquella vez era la 73 del mundo y aquí llegaba 53ª.

Tras el revés del primer set, el segundo se le complicó con un break en contra de salida. Muguruza tardó en recuperarlo. Fue en el sexto juego, pero la clave estuvo en aguantar la presión en el siguiente. Ahí se creció, sirvió bien y atacó con dureza y mucha agresividad. El partido se le puso de cara por sus aciertos y por la impaciencia de Kontaveit. Y lo cerró a lo grande, rompiendo el saque de la estonia. Fue una victoria de las que enseñan y hacen crecer.