Nick Kyrgios sorprende a Djokovic y espera a Federer
El australiano venció al serbio por segunda vez este año (6-4 y 7-6 (3)) y se medirá en cuartos a un Federer que ha ganado esta madrugada a Nadal.Del Potro - Nishikori en directo: Masters Miami 2018
Nick Kyrgios ha sorprendido otra vez a Novak Djokovic, a quién ganó hace unos días en Acapulco, y espera rival en cuartos de Indian Wells, en el lado duro del cuadro. Será Roger Federer que se ha impuesto a Rafa Nadal. El australiano ganó al serbio por 6-4 y 7-6 (3), fiel a su estilo, pero con un saber estar y una paciencia que no exhibe tan a menudo como sería deseable. Además, no concedió ni una sola oportunidad de break a uno de los mejores restadores de la historia. Es un jugador raro, aparentemente indolente, que apenas se agacha para jugar desde el fondo de la pista y que se adorna innecesariamente en algunos lances. Pero tiene una facilidad pasmosa para poner la pelota en juego a toda velocidad sin armar demasiado el brazo, saca a 200 kilómetros por hora como quien no quiere la cosa y tiene unas condiciones físicas privilegiadas. Si tuviera algo más de cabeza —y aún está a tiempo de intentar amueblarla y, de paso, buscarse un entrenador— sería imparable, un número uno, vamos.
Kyrgios se apuntó el primer set aprovechando la caraja de salida de Djokovic. Cuando el número dos del mundo quiso darse cuenta de la que le estaba cayendo y reaccionó ya perdía 4-2 con un break en contra, una bola de rotura de saque salvada en el tercer juego y cuatro servicios directos que ni olió en el sexto. Esquivó otro break para poner el 4-3, pero su peculiar rival tuvo suficiente paciencia como para cerrar el parcial a lo grande, con su séptimo ace.
Djokovic se puso serio en la segunda manga, mejoró mucho, se movió más rápido y llevó la iniciativa. El partido ya no era fácil para Kyrgios, ni mucho menos, pero el aussie mantuvo el tipo en sus saques con algún apuro (hizo cuatro dobles faltas y cometió algún error no forzado), aguantó la presión y alcanzó el tie break. En el desempate tenía las de ganar con sus cañonazos y arrasó pese a alguna excentricidad (7-3). Ahora, que pase el siguiente: Nadal o Federer.