Hielo y fuego. Bjorn Borg y John McEnroe. Una de las grandes rivalidades del tenis que cristalizó en la final de Wimbledon 1980, quizá el mejor partido de la historia del tenis (con permiso del Nadal-Federer en el mismo escenario en 2008), ha cristalizado también en una película sueca que verá la luz en el otoño del año próximo. El director danés Janus Metz Pederson ha metido al sueco Sverrir Gudnason en la piel de su compatriota, que ganó esa final en cinco sets, y a Shia LaBeouf en la del irreverente 'Big Mac'.

"Lloré cuando leí el guión. McEnroe y yo tenemos todo en común. Es apasionado, perfeccionista, narcisista", comentó LaBeouf en la presentación. El actor de 'Transformers' o 'Indiana Jones y la calavera de cristal' se alimenta también de la polémica, y tiene una de las personalidades más fuertes de Hollywood. No hizo falta casting para el papel de una persona acostumbrada al escándalo.

La rivalidad, que se tradujo en 14 choques (siete para cada uno) da para una película y más. El frío Borg (39 pulsaciones) ganó con 18 años Roland Garros y se fue con 26, seis títulos en París y cinco en Londres. Se casó con Mariana Simionescu, se fue a vivir a Montecarlo y se convirtió en carnaza del papel cuché al irse con una modelo de 17 años que luego cambió por la cantante Loredana Berté. Perdió 30 millones de dólares y protagonizó un irrelevante retorno en 1991.

McEnroe, criado en Long Island entre riffs de los Stones, ganó siete grandes, se enfrentó con público, jueces y compañeros, abrió una galería de arte, tocó la guitarra en la Johnny Smyth Band y ahora deja sentencias como comentarista.

Dos monstruos que ahora se reconocerán, o no, en la gran pantalla.