Nadal sigue la inercia de Río y arranca sólido ante Istomin

Rafa Nadal se comió a Denis Istomin como aperitivo de un US Open que afronta con la ilusión renovada y el físico a tono tras los Juegos de Río: 6-1, 6-4 y 6-2 en 2h:06. La pista Arthur Ashe, donde se coronó campeón en 2010 y 2013, fue un horno a mediodía (más de 30 grados) en el que se fue cociendo el uzbeko, número 107 del mundo, a la vez que el español fue corriendo su drive sin dar sensación de molestias en su muñeca izquierda, la que le obligó a abandonar Roland Garros y renunciar a Wimbledon. El Master 1.000 de Cincinnati, donde cayó en su segundo partido con Borna Coric la semana pasada, fue una tortura después del esfuerzo de los Juegos y un termómetro distorsionado de la temperatura del juego del número cinco.

En Nueva York, donde Nadal se ha arropado de toda su familia y equipo, se vio que el nivel que alcanzó en Brasil se mantiene y debería seguir al alza. Con bolas altas favorecidas por el calor, superó al uzbeko con pocas lagunas. Se apoyó en un buen servicio (82% de puntos ganados con primeros) y ya resolvió el primer tramo del partido sin dar opciones a la sorpresa. Del 1-1 inicial se disparó ganando nueve juegos seguidos hasta el 3-0 de la segunda manga.

En la segunda sufrió más, pues perdió su saque en una ocasión. Coincidió, además, que se quedó atrás cuando tiró de drive, lo que le restó profundidad y eficacia al golpe. Las molestias en la muñeca le han dejado ese tic, que en la medida en que lo olvide le hará otra vez más peligroso.

“Íbamos con cuidado porque iba corrigiendo gestos para no acabar de acelerar, para no forzar más de la cuenta, bloqueando más veces de lo normal la muñeca. Y eso al final no es un golpe natural. Ahora tiene que hacer los movimientos previos a lo que habíamos corregido para proteger la muñeca”, contaba antes del partido Toni Nadal. Cuando lo hizo, el campeón de 14 grandes fue más letal.

El tercer set lo resolvió Nadal con dos breaks y buenas sensaciones. Su próximo rival será el italiano Andreas Seppi, que derrotó al francés Stephan Robert en cuatro sets. La inercia de Río se mantiene.