Sin Nadal, la atención gira a Thiem, Zverev y Del Potro
Llega una nueva ola de jugadores jóvenes, lo que la ATP conoce como 'NextGen'. A ellos les va encomendando la mercadotecnia del ATP Tour el futuro del tenis masculino.
La figura de Rafa Nadal se desdibuja en el Wimbledon que el tenista de Manacor conquistó en 2008 y 2010, en sendas finales memorables ante Roger Federer (partido histórico, imborrable, 'la final de la cuenta larga') y Tomas Berdych. Desaparecido Nadal incluso de los 'spots' de la BBC que anuncian el torneo, aunque con Garbiñe Muguruza ya rumbo a la cima del Tour femenino, ¿a qué nombres tocara girar la atención?
Más allá de lo previsible, como podrían ser unas nuevas semifinales de Grand Slam entre Federer-Djokovic y Murray-Wawrinka (es a lo que apunta el cuadro, 'on paper'), está llegando una nueva ola de jugadores jóvenes, lo que la ATP conoce como 'NextGen'. A ellos les va encomendando la mercadotecnia del ATP Tour el futuro próximo del tenis profesional masculino: Dominic Thiem (Austria, 22 años, octavo del ranking y sexto jugador de 2016), Nick Kyrgios (Australia, 21 años, número 18 de la Lista ATP, célebre por sus excesos verbales), Alexander 'Sascha' Zverev (Alemania, 19 años, número 28 del ranking): y quizá se les podría sumar el croata Borna Coric: 19 años, número 50)... de no ser porque Coric ya cayó en primera ronda, sacrificado bajo la metralla de los 26 'aces' que sirvió su gigantesco compatriota Ivo Karlovic.
Además, el All England asiste con curiosidad al 'revival' de Juan Martín Del Potro, el argentino apodado 'La Torre de Tandil' (1,98 de altura), que firmó el US Open en 2009 y en enero de 2010 llegó a ser cuarto del mundo. Después, una sucesión de problemas y operaciones en la muñeca abrió grietas de inactividad en la Torre de Tandil, que en 2016 ha pisado semifinales en Stuttgart y en Wimbledon ha superado a Stephanie Robert en primera ronda. Pero ante Stan Wawrinka, en segunda ronda, Del Potro se verá obligado a caminar sobre aguas muy ardientes...
De los 'jóvenes lobos' de la 'NextGen', es evidente que, por sus logros, Thiem y Kyrgios (ya cuartofinalista en Wimbledon y Australia) ya brillan con luz propia. Pero ese brillo de Thiem y Kyrgios puede palidecer ante el resplandor que ya emite Sascha Zverev, uno de los hijos tenistas del ex jugador Alexander Zverev Sr. (nacido en Sochi, Ucrania, pero que siempre compitió como soviético; su otro hijo tenista es Mischa). En 1991, Alexander Zverev y su mujer, Irina Zvereva, se establecieron en Hamburgo. Allí nació Sascha, en abril de 1997... muy poco antes de que su padre se convirtiera en 'manager' de jugadores y luego director del Masters 1000 de Hamburgo, en el Rothenbaum Club.
"Sascha nació y prácticamente creció en la trastienda de un torneo de élite, cerca de los mejores jugadores del circuito. Así asimiló un grado de información prácticamente inigualable, al que muy pocos pueden llegar. A los cinco años estaba más acostumbrado al circuito profesional de lo que muchos lo están a los 20", declaraba meses atrás Michael Kohlmann, el capitán alemán de Copa Davis. En 2015, con 18 añitos recién cumplidos, Zverev (que también ha jugado a hockey sobre hielo) venció a Novak Djokovic sobre hierba en la exhibición de 'The Boodles': 6-4, 6-3. Después empuñó el micrófono de pista y soltó este misil: "La hierba es mi superficie preferida y Wimbledon es el torneo que más quiero ganar. Así que esto no es nada de lo que debieran estar sorprendidos..."
Y en 2016, Sascha Zverev (que en Wimbledon juega primera ronda con Paul-Henri Mathieu) ya mide 1,98. Y emite el fulgor de las estrellas: ha pisado las finales de Niza y Halle; sobre la hierba de Halle abatió en semifinales nada menos que a Federer... y en octavos de Indian Wells disfrutó de un punto de partido ante Rafa Nadal: quien rescató ese punto antes de apuntarse el triunfo.
En el circuito hablan y no paran de que Sascha Zverev es el niño de los ojos de Eugenie Bouchard, la princesa de Nike y del tenis canadiense. A cambio, Sascha tiene en su camino una 'bestia rubia' que le ha hecho inclinarse en Múnich, Roland Garros y Niza: siempre Dominic Thiem y su revés que entra como un estoque. La 'NextGen' ya tiene su propia gran rivalidad.