TENIS | MASTERS 1.000 DE MONTECARLO
Rafa Nadal tumba al campeón de Roland Garros y pasa a semis
Rafa pudo con Wawrinka, actual campeón en París y 4º del mundo, por 6-1 y 6-4. Mañana espera Andy Murray en semifinales.
Rafa Nadal pasó la prueba del algodón en el impoluto Monte Carlo Country Club. En el Masters 1.000 donde ha reinado ocho veces, la última en 2012, el número cinco del mundo derrotó al cuatro, Stanislas Wawrinka, por 6-1 y 6-4 en 1h:17. Buen síntoma.
Tras deshacerse el jueves de Dominic Thiem, llamado a ser top-ten y que le había derrotado en Buenos Aires este curso, y del campeón en el Principado en 2014, Nadal se plantó en la semifinal que disputará mañana frente a Andy Murray, segundo de la lista ATP. El escocés provocó un estruendoso derribo de Milos Raonic por un contundente 6-2 y 6-0.
Si el partido era un termómetro a poco más de un mes de Roland Garros, la temperatura va subiendo. No es óptima, pero hay tiempo para que sea la ideal. El choque medía a los dos últimos campeones en París. Nadal levantó la Copa de los Mosqueteros en 2014 y el de Lausana el año pasado tras cerrar la puerta del Grand Slam a Novak Djokovic, eliminado en su debut en Mónaco este año por Vesely. Y se lo llevó Rafa, que necesita gotas de moral, adrenalina y confianza como estas para volver al camino del triunfo, que ha extraviado desde el 2 de agosto del año pasado cuando levantó el trofeo en Hamburgo.
'Stan The Man', a veces genial y a veces desconcertante, mostró esa segunda cara en el primer set, cuando por momentos dimitió del partido y acumuló 15 errores no forzados. Su revés a una mano estaba romo. Nadal, sin contagiarse, jugó profundo, blindó su saque (sólo entregó tres puntos con su servicio), logró dos breaks y firmó el contundente 6-1. Wawrinka, de los nervios, protestaba mientras por el ruido que llegaba del restaurante de la terraza superior y destrozaba una raqueta. El tintineo de cuchillos, tenedores y brindis con champán ajenos al juego... El glamour de Montecarlo, también la lacerante indiferencia ante dos campeones.
Nadal se dispuso entonces a cerrar el choque. Pero no fue tan fácil. Wawrinka, ganador este año ya en Chennai y Dubai, espabiló y volteó en el sexto juego la rotura que se había procurado Nadal en el anterior. Rafa bajó sus porcentajes y el suizo creció, pero lo supo arreglar a tiempo. Nuevo break para 5-4 y fin al saque a la tercera bola de partido. El algodón va saliendo más blanco al contacto con Nadal. La tierra, donde sus golpes hacen más daño, no lo ensucia. Ante Wawrinka, logró su segunda victoria del año ante un top-ten. Mañana le espera Murray... y otra vez el algodón.