Djokovic frena a Wawrinka y jugará su 14ª final seguida

La trituradora en la que se ha convertido Novak Djokovic devoró también a Stanislas Wawrinka (6-3, 3-6 y 6-0). En París, la ciudad donde el suizo le derrotó en la final de Roland Garros y le impidió completar el Grand Slam, el serbio firmó su 14ª final seguida del año. No cae antes de esa ronda desde los cuartos de final de Doha en enero: 15 torneos, 14 finales, 9 títulos. Una marcha triunfal, desalentadora para los rivales, que Andy Murray (6-4 y 6-3 a David Ferrer) intentará desbaratar este domingo (15:00, C+Deportes).

El serbio ofreció, eso sí, algún resquicio ante un excelso Wawrinka, que este mismo día —porque el partido acabó pasados diez minutos de la una de la madrugada— había liquidado a Rafa Nadal, que jugó bien pero no remató las bolas de set de que dispuso en los dos parciales para caer por 7-6 (8) y 7-6 (7).

Djokovic movió sus brazos como palas, barriendo la pista, y llevó de lado a lado a la cuarta raqueta de la ATP martilleando su derecha. Ganó el primer set y en el segundo llegó la noticia: tras ganar 29 parciales seguidos, cedió uno. Wawrinka sacó lo mejor de sí, se exprimió, cometió sólo 8 errores no forzados y con dos breaks abrió una puerta a la esperanza. Mas el felino de Belgrado se puso panza arriba, la emprendió con su raqueta, sacó las uñas y le despidió con 6-0 en la manga definitiva.

Djokovic puede convertirse en el primer jugador en la historia en ganar seis Masters 1.000 en una temporada (él mismo conquistó cinco en 2011) si añade la corona de París a las de Indian Wells, Miami, Montecarlo, Roma y Shanghai. Delante tendrá a Murray, que disputará su primera final en París. Ante Ferrer, los 26 winners y 34 errores no forzados del número dos del mundo por los 10/20 del español y los 16 puntos conseguidos en la red radiografiaron su apuesta por el ataque ante uno de los mejores restadores del circuito. Frente a Djokovic sólo le servirá explorar los límites. Y traspasarlos.