Rafa Nadal logra no fundirse con el calor y con Lorenzi
Tras padecer molestias estomacales con Mónaco, jugó con el italiano con sensación térmica de 40º. Ganó 7-6 (3) y 6-2. Semifinales, ante Thiem.
El sol cae a plomo sobre el Lawn Tennis Club. La sensación térmica es de cuarenta grados a las cuatro de la tarde de Buenos Aires. Un espectador sufre un soponcio en la grada. Y Rafa Nadal, que sintió molestias "de barriga" en su debut el jueves frente a Juan Mónaco (6-4 y 6-4 perdiendo su servicio tres veces) suda la gota gorda para llegar a las semifinales.
Es un Nadal que busca repetir título y, sobre todo, dejar atrás la derrota frente a Novak Djokovic en la final de Doha y el tropezón en la primera ronda de Australia contra Verdasco. Al campeón de 14 grandes, pese a pisar su tierra, le costó carburar para sacudirse a Paolo Lorenzi (34 años y 52º del mundo) por 7-6 (7/3) y 6-2 en 1h:51 y citarse este sábado (18:00 horas de España, 14:00 en Argentina) en semifinales con el austriaco Dominic Thiem, el jugador más joven del top-20, 19º de la ATP con 22 años.
El número cinco del mundo se mostró falto de poder en el primer set, en el que dibujó más errores no forzados (19) que golpes ganadores (14) y en el que dejó escapar un 4-1 para llegar a un tie-break que arrancó 3-0 y Lorenzi igualó 3-3. Un Nadal desdibujado que necesitó 1h:03 para cerrar el parcial.
En el segundo, Lorenzi bajó sus prestaciones, unas franjas de sombra comenzaron a dar respiro y Nadal se procuró dos roturas (para 2-1 y 5-2) que le eximieron de seguir sudando. Aunque sacando para cerrar, aún ofreció una bola de break al italiano. No estuvo cómodo Nadal. Ni con el calor ni con su tenis.