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OPEN DE AUSTRALIA

Steffi Graf arenga y anima a su heredera: Angelique Kerber

A partir de las 09:30 horas del sábado en España Serena Williams intentará coronarse por séptima vez en Melbourne e igualar así los 22 títulos en Grand Slam de Steffi Graf.

MELBOURNE
Angelique Kerber y Serena Williams jugarán la final del Open de Australia.
AFP

A partir de las 09:30 horas del sábado en España, y en la final femenina del Abierto de Australia, Serena Williams, número uno del mundo intentará coronarse por séptima vez en Melbourne e igualar así los 22 títulos en Grand Slam de la alemana Steffi Graf, el récord en la Era Open: la australiana Margaret Court tiene 24 títulos, pero 14 de ellos fueron antes de esta Era Open. Esta es la final de Grand Slam número 26 para para Serena, que solo ha perdido cuatro de las 25 anteriores… y ninguna en Australia.

Muy curiosamente, Williams tendrá enfrente a una alemana, la potente zurda Angelique Kerber (que va a ser cuarta del mundo), como última trinchera de la plusmarca de Graf. Más casualidad, ninguna jugadora alemana ha ganado un torneo de Grand Slam desde el último de Graf: Roland Garros… en 1999. Y en estos 17 años hasta el duelo entre Serena y Kerber, solo otra alemana llegó a una gran final: Sabine Lisicki (Wimbledon, 2011).

Así crece el morbo de este cruce entre Williams (que ha ganado en Melbourne 47 de sus 51 juegos al servicio, un demoledor 92%) y una reflexiva Kerber. “Si soy sincera, creo que Serena sentirá más presión que yo. Nada tengo que perder, en efecto”, admite la zurda Kerber, nacida en Bremen de padres polacos… y con hondas raíces en Polonia, en la ciudad de Puszczykowo (Unterberg), cerca de Poznan. Allí viven aún los abuelos de Kerber -su abuelo la inició en el tenis- y allí pasa largas temporadas la misma tenista. En Puszczykowo hay un Centro de Tenis con el nombre de ‘Angie’ Kerber. “Y me consta que, por culpa, mi abuelo no ha dormido en las dos últimas semanas, durante todo este torneo de Australia”, cuenta Kerber, que, además, cuenta con un espléndido refuerzo moral: el de la propia Steffi Graf, que reside en Las Vegas junto a su marido: Andre Agassi.

En la primavera de 2015, y durante una etapa de malos resultados, Kerber (entrenada por Torben Beltz) pasó unos días con Graf en Las Vegas, durante el ‘Steffi Graf Tennis Camp’. “Entonces, Steffi me dijo que creyera en mí misma, que tuviese fe en mi potencial –que ella veía evidente- y que así no habría ningún problema. Después de llegar a la final, Steffi ya me ha escrito dándome la enhorabuena desde Las Vegas. Me dice que se siente ‘muy orgullosa’ de mí”, reveló Kerber en la Sala de Prensa del Rod Laver Arena casi al mismo tiempo en que apuntaba al “servicio” como la gran arma de Serena Williams: “Con Serena, nunca sabes por dónde ni cómo te va a venir el saque”.

Kerber solo ha ganado una vez a Williams en seis cruces anteriores: en 2014, en Cincinnati. Y Serena lo recuerda bien: “Ella jugó de modo increíble en aquel partido, nunca lo olvidaré. La recuerdo sacando bien y moviéndose muy bien, totalmente determinada a ganar. Desde entonces he tenido claro cuando juego con Angelique que es alguien a quien hay que tomar muy en serio”, describe una Serena que está decidida a “bloquear” toda comparación con Graf.

Ya fue bastante duro cuando iba a igualarme a 18 títulos de Grand Slam con Navratilova y Evert, luego fue superarlas, después se trataba de ganar el Grand Slam, algo que se me vino encima en 2015. Ahora, el título número 22. Estoy igual que estaba después de ganar en Wimbledon el número 21 y antes del US Open, y así se va a quedar hasta que termine la final”, razona Serena Williams, que en la misma final se mide con el halo mitológico de Graf… y con Kerber, la sucesora en el Siglo XXI de la leyenda de la gran valquiria Stephanie Graf.